La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo.
Salmo 19,7

Dice el salmista que la enseñanza del Señor es perfecta, es decir, íntegra, completa y suficiente porque proviene de Dios, que es la perfección misma. Es una verdad innegable que el efecto de la Palabra, cuando se explica y se aplica a la vida de uno, transforma a la persona interior en su totalidad.
Este cambio radical trabaja desde adentro hacia afuera, restaurando al ser humano en lo más profundo de su existencia para que pueda transformar y restaurar su realidad. La Escritura contiene el testimonio abierto de Dios al ser humano. La Palabra es segura, lo que indica que es absolutamente fiable, confiable, constante e inamovible.
La Escritura siempre hace sabio al sencillo. En otras palabras, proporciona una guía divina para aquellos cuya comprensión y juicio aún no han madurado, y Dios continúa trabajando en nosotros como el gran alfarero en estas vasijas agrietadas que somos. ¡Qué privilegio haber sido moldeados por Él, a pesar de nuestras limitaciones!

Jorge Buschiazzo

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