«Hagan lo mismo que yo» fue el tema del 32° Encuentro de Mujeres de Entre Ríos

El domingo 22 de septiembre tuvo lugar el 32º Encuentro Distrital de Mujeres del Distrito Entre Ríos de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) en la Congregación Evangélica San Antonio, una jornada de reflexión que reunió a más de 300 mujeres de diversas congregaciones. El tema central fue “Hagan lo mismo que yo: Jesús”, inspirado en el pasaje de Juan 13,4-5 y 12-17, donde se narra el momento en que Jesús lava los pies a sus discípulos, simbolizando el servicio y la humildad. Este motivo fue hilo conductor de todo el encuentro, invitando a las participantes a reflexionar sobre cómo seguir el ejemplo de Cristo en la vida cotidiana.

La jornada comenzó con un culto colaborativo, cuidadosamente preparado por las delegadas de cada congregación. Durante el culto, se alternaron oraciones, lecturas bíblicas y reflexiones colectivas que destacaban el valor de servir al prójimo sin esperar nada a cambio. Además, los cantos comunitarios enriquecieron el ambiente de comunión, permitiendo que cada participante se sintiera parte de una gran familia de fe.

Por la tarde, los talleres ofrecieron un espacio de aprendizaje y creatividad, brindando la oportunidad de explorar diversas formas de expresión y reflexión. Entre ellos, destacaron los talleres de manualidades, teatro, canto y música y taller bíblico. Se debatió sobre el servicio en la vida diaria y en las instituciones del distrito, tales como la colonia de ancianos, el hogar de niños y adolescentes de Urdinarrain, y el proyecto La Cigarra en Gualeguaychú. Los talleres no solo ofrecieron momentos de aprendizaje, sino que también impulsaron a las participantes a reflexionar sobre su propio compromiso con la comunidad y con aquellos en situación de vulnerabilidad.

Uno de los momentos más conmovedores del encuentro fue el devocional de cierre, en el cual la pastora Estela Andersen coordinó el lavado de pies a las delegadas presentes. Inspirado en el gesto de Jesús con sus discípulos, este acto subrayó el llamado al servicio humilde y desinteresado, recordando que el verdadero liderazgo en la comunidad cristiana implica ponerse al servicio de los demás, en especial de los más necesitados.

El cierre del encuentro fue acompañado por la emotiva entrega de la Cruz Viajera, un símbolo de unión y hermandad que desde 2018 circula entre las congregaciones del distrito en cada encuentro de mujeres. Este gesto simboliza no solo la continuidad del espíritu de servicio, sino también el lazo de fe y solidaridad que une a las mujeres. La Cruz Viajera, además de ser un ícono físico, es una representación del compromiso de llevar a Cristo en el corazón y en las acciones diarias.

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