Tú, Señor, has ordenado que se cumplan bien tus mandamientos.
Salmo 119,4
¡Ojalá pueda mantenerme firme en la obediencia de tus leyes!
¡Ojalá, junto con mi iglesia, podamos…
Fortalecer la fe escuchándonos y animándonos.
Seguir creciendo en empatía, paciencia y amabilidad.
Poner en valor la sensibilidad y la expresión natural de miedos y tristezas; reconocer que llorar no es signo de debilidad.
Respetar las diferencias.
Cuestionarme, para mantenerme humilde y servicial.
Conocerme y cuidarme para ponerme a disposición de los demás, conociendo mis limitaciones.
Fortalecerme, para no repetir mensajes que pueden hacer daño.
Unirme a quienes están luchando y denunciando frente a violencias y abusos.
Pedir por justicia.
Cuidar, acompañar y contener a las víctimas y a las personas que sufren.
Generar lazos que nos permitan seguir concientizando sobre la importancia del cuidado del medio ambiente.
Reflexionar sobre los mensajes de las escrituras con una perspectiva social actual.
“Señor, que nuestra vida sea cual una quena simple y recta, para que tú puedas llenarla, llenarla con tu música” (Canto y Fe N° 295).
Mateo Fischer