…y de parte de Jesucristo, el testigo fidedigno, el primogénito de los muertos, el Señor de los reyes del mundo.
Apocalipsis 1,5ª
En momentos en los que la fe de los creyentes es puesta a prueba por diversas dificultades, resultado de una sociedad marcada por el egoísmo, la ambición sin límites, la violencia, la injusticia y la muerte, es crucial recordar constantemente dónde depositamos nuestra confianza.
El pasaje de las Escrituras que hemos compartido, perteneciente al libro del Apocalipsis, nos presenta tres atributos de nuestro Señor Jesucristo: Él es un testigo fidedigno, el primero en resucitar de entre los muertos y Señor de los reyes de este mundo.
Esto significa que nuestra fe se encuentra arraigada en aquel que, en total obediencia al Padre, dio testimonio de su amor incondicional y gratuito sin ocultarse ni amedrentarse ante aquellos que ostentaban el poder religioso y militar y se oponían a él. Nuestra fe descansa en aquel que llegó al extremo de entregar su vida para dar testimonio del Evangelio y, como resultado, fue resucitado por Dios, convirtiéndose en el primero en resucitar entre aquellos que murieron en obediencia y fidelidad al Padre. Nuestra fe se basa en aquel que, al ser el Hijo de Dios, también es el soberano del tiempo y la historia, y por ende el Señor sobre los reyes y las potestades.
Toda vez que sientas que el poder en este mundo busca enredarte en su dinámica de muerte, no te dejes derrotar. Tampoco intentes alcanzar un acuerdo o conseguir su aprobación. Pon tu confianza en el Señor Jesucristo y obra en fidelidad a Él. Así tendrás vida en abundancia. Esa es su promesa. Amén
Leonardo Schindler