Domingo 19 de enero

 

2° domingo después de Epifanía

 

Al tercer día se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y es taba allí la madre de Jesús. También fueron invitados a las bodas Jesús y sus discípulos. Y faltó vino. … Jesús les dijo: “Llenen de agua estas tinajas.” Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: “Saquen ahora un poco y preséntenlo al encargado del banquete”. Y se lo presentaron.

 

Juan 2,1-3a.7-8

 

Los versículos de hoy son parte del primer milagro de Jesús según el evangelio de Juan, considerado como la primera señal hecha por él. Jesús transforma el agua en vino obedeciendo las indicaciones de su madre durante una fiesta de bodas a la que también asistieron sus discípulos y sus hermanos, respondiendo a la invitación.
Es importante destacar que este primer milagro de Jesús no está promoviendo el consumo de alcohol, las bebidas, ni las borracheras. Tampoco desea demostrar su poder garantizando una mayor cantidad de vino a la gente.
Este milagro es una señal que señala a Jesús como aquel que puede transformar las realidades, como en el caso de esta boda, de la escasez en abundancia. Y mediante esta transformación, lleva a las personas a la fe en él.
Hermanos y hermanas, Jesús es aquel que puede transformar los escenarios de nuestra vida incluso hoy. Permitamos que él actúe en medio de las situaciones que a menudo no podemos resolver, para que nuestra vida pueda avanzar cada día con más alegría y buen ánimo.
Creamos en ese hombre, vivamos con confianza y fe en Jesús.

 

Rudinei Bischoff

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