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Salmo 8:1-4 (RVC)
¡Oh SEÑOR, nuestro Señor, qué glorioso es tu nombre en toda la tierra! ¡Has puesto tu gloria sobre los cielos! Por boca de los niños y de los bebés, tú has establecido un bastión contra tus enemigos, para silenciar al adversario y al rebelde. Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has fijado, ¿qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el ser humano, para que lo visites?
Números 6:24-26 (RVC)
El SEÑOR te bendiga y te guarde; el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; el SEÑOR alce su rostro sobre ti y te conceda paz.
Gálatas 4:4-7 (RVC)
Pero cuando vino el tiempo señalado por Dios, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la ley, para redimir a los que están sujetos a la ley, a fin de que recibiéramos la adopción como hijos. Y porque sois hijos, Dios envió al Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres también heredero por gracia de Dios.»
Lucas 2:16-24 (RVC)
Fueron a toda prisa y encontraron a María, a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho acerca del niño, y todos los que los escucharon se maravillaban de lo que decían los pastores. María atesoraba
Agenda Evangélica: Salmo 8,2-10; Josué 1,1-9; Lucas 4,16-21; Santiago 4,13-15 (P); Filipenses 4,10-13(14-20)