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Salmo 138
1 Te alabaré de todo corazón,
y ante todos los dioses te cantaré salmos.
2 De rodillas, y en dirección a tu santo templo,
alabaré tu nombre por tu misericordia y fidelidad,
por la grandeza de tu nombre
y porque tu palabra está por encima de todo.
3 Cuando te llamé, me respondiste,
y mi alma desfallecida se llenó de vigor.
4 Señor, ¡que todos los reyes de la tierra
te alaben al escuchar tu palabra!
5 ¡Que alaben tus caminos, Señor,
porque grande, Señor, es tu gloria!
6 Tú, Señor, estás en las alturas,
pero te dignas atender a los humildes;
en cambio, te mantienes alejado de los orgullosos.
7 Cuando me encuentre angustiado,
tú me infundirás nueva vida;
me defenderás de la ira de mis enemigos,
y con tu diestra me levantarás victorioso.
8 Tú, Señor, cumplirás en mí tus planes;
tu misericordia, Señor, permanece para siempre.
Yo soy creación tuya. ¡No me desampares!
Isaías 6:1-8
1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.
2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, Santo, Santo es Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
4 Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.
5 Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido que tomó del altar con las tenazas;
7 y tocó con él sobre mi boca y dijo: He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa y limpio tu pecado.
8 Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: ¡Heme aquí! Envíame a mí.
1 Corintios 15:1-11
1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis y en el cual perseveráis;
2 por el cual asimismo si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos; si no creísteis en vano.
3 Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados conforme a las Escrituras;
4 y que fue sepultado; y que resucitó al tercer día conforme a las Escrituras;
5 y que apareció a Cefas, y después a los doce.
6 Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez; de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
7 Después apareció a Jacobo; luego a todos los apóstoles.
8 Y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
9 Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la iglesia de Dios.
10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.
11 Así que, ya sea yo o sean ellos, así predicamos y así habéis creído.
Lucas 5:1-11
1 Aconteció que estando Jesús junto al mar de Galilea, el pueblo se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios.
2 Y vio dos barcas que estaban cerca de la orilla del mar; y los pescadores habían descendido de ellas y lavaban sus redes.
3 Y entrando en una de aquellas barcas, la cual era de Simón, le rogó que la apartase un poco de tierra; y sentándose enseñaba desde la barca a la multitud.
4 Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: Echa hacia lo hondo y echad vuestras redes para pescar.
5 Respondiendo Simón le dijo: Maestro, toda la noche hemos estado trabajando y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
6 Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces; y su red se rompía.
7 Entonces hicieron señas a los compañeros que estaban en la otra barca para que viniesen a ayudarles; y vinieron y llenaron ambas barcas, tanto que se hundían.
8 Al ver esto Simón Pedro cayó de rodillas ante Jesús diciendo: Apártate de mí, Señor; porque soy hombre pecador.
9 Pues por la pesca que habían hecho se había asombrado él y todos los que estaban con él;
10 y asimismo Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
11 Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo siguieron a Jesús.
Agenda Evangélica: Salmo 107,1-2.23-32; Isaías 51,9-16; 2 Corintios 1,8-11; Marcos 4,35-41 (P)