
- Mariscal Antonio Sucre 2.855 3° Piso, CABA, Argentina
- ierp@ierp.org.ar
Salmo 23
1 El Señor es mi pastor; nada me faltará.
2 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
3 Confortará mi alma;
me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno,
porque tú estarás conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
5 Aderezas mesa delante de mí
en presencia de mis angustiadores;
unges mi cabeza con aceite;
mi copa está rebosando.
6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán
todos los días de mi vida,
y en la casa del Señor moraré por largos días.
Hechos 9:36-43
La resurrección de Tabita
36 En Jopé había una discípula llamada Tabita, que traducido es Dorcas. Esta mujer estaba llena de buenas obras y de limosnas que hacía.
37 Y aconteció en aquellos días que enfermó y murió. Y después de lavarla, la pusieron en una sala.
38 Como Lida está cerca de Jopé, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, enviaron a dos hombres a rogarle:
—No tardes en venir a nosotros.
39 Pedro entonces se levantó y fue con ellos; y cuando llegó, lo llevaron a la sala donde le rodearon todas las viudas llorando, y mostrando las túnicas y vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas.
40 Mas Pedro, echando fuera a todos, se puso de rodillas y oró; y volviéndose hacia el cuerpo, dijo:
—Tabita, levántate.
Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se sentó.
41 Él, dándole la mano, la levantó; y habiendo llamado a los santos y a las viudas, la presentó viva.
42 Esto fue notorio en toda Jopé, y muchos creyeron en el Señor.
43 Y aconteció que se quedó muchos días en Jopé con un tal Simón, curtidor.
Apocalipsis 7:9-17
9 Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus, pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
10 y clamaban a gran voz, diciendo:
—La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado sobre el trono, y al Cordero.
11 Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
12 diciendo:
—Amén. La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
13 Y uno de los ancianos habló, diciéndome:
—Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
14 Yo le dije:
—Señor, tú lo sabes.
Y él me dijo:
—Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
16 No tendrán más hambre ni sed,
y el sol no caerá más sobre ellos,
ni calor alguno;
17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará,
y los guiará a fuentes de aguas de vida;
y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Juan 10:22-30
Jesús, el Buen Pastor
22 Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación, y era invierno.
23 Y Jesús andaba en el templo, por el pórtico de Salomón.
24 Entonces lo rodearon los judíos y le dijeron:
—¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
25 Jesús les respondió:
—Os lo he dicho, y no creéis. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
26 pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen;
28 y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
29 Mi Padre que me las dio, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
30 Yo y el Padre uno somos.
Agenda Evangélica: Salmo 66,1-9; Génesis 1,1-4a.(4b-25)26-28(29-30); 2,1-4a; Hechos 17,22-34; Juan 15,1-8; Proverbios 8,22-36 (P)