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Salmo 1
1 Bienaventurado el varón
que no anduvo en consejo de malos,
ni estuvo en camino de pecadores,
ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 sino que en la ley de Jehová está su delicia,
y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto en su tiempo,
y su hoja no cae;
y todo lo que hace prosperará.
4 No así los malos,
que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
ni los pecadores en la congregación de los justos.
6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
mas la senda de los malos perecerá.
Deuteronomio 30:15-20
15 Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal,
16 en que yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos,
y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos,
para que vivas y te multipliques,
y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomarla.
17 Pero si tu corazón se aparta, y no oyes,
y te dejas cautivar y te inclinas a dioses ajenos y les sirves,
18 yo os declaro hoy que de cierto pereceréis;
no prolongaréis vuestros días en la tierra a la cual pasáis,
cruzando el Jordán, para entrar en posesión de ella.
19 A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros,
que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición;
escoge, pues, la vida,
para que vivas tú y tu descendencia,
20 amando a Jehová tu Dios,
oyendo su voz y siguiéndole a él,
porque él es vida para ti,
y largura de días,
para que habites sobre la tierra que Jehová prometió dar a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob.
Filemón 1-21
1 Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, a Filemón, amado y colaborador nuestro,
2 a la hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero de milicia,
y a la iglesia que está en tu casa:
3 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
4 Siempre doy gracias a mi Dios, haciendo siempre mención de ti en mis oraciones,
5 porque oí de tu amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y para con todos los santos,
6 para que la comunicación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús.
7 Porque tenemos gran gozo y consuelo en tu amor,
pues el corazón de los santos ha sido recreado por ti, hermano.
8 Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene,
9 te ruego, por amor, siendo como soy Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Jesucristo,
10 te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones,
11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil,
12 al cual he enviado de nuevo; tú, pues, lo recibirás como a mí mismo.
13 Yo quisiera retenerlo conmigo,
para que me sirviera en lugar tuyo, en mis prisiones por el evangelio;
14 pero nada quise hacer sin tu consentimiento,
para que tu favor no fuese como de necesidad, sino voluntario.
15 Pues quizá para esto se apartó de ti por algún tiempo,
para que le recibieses para siempre,
16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo,
como hermano amado, especialmente para mí,
pero cuanto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.
17 Así que, si me tienes por compañero, recíbelo como a mí mismo.
18 Y si te ha hecho daño o te debe algo, ponlo a mi cuenta.
19 Yo, Pablo, lo escribo de mi propia mano:
Yo lo pagaré,
para no decirte que aún tú mismo te me debes también.
20 Sí, hermano, sea un gozo para mí en el Señor;
recrea mi corazón en Cristo.
21 Te he escrito confiando en tu obediencia,
sabiendo que harás aún más de lo que te digo.
Lucas 14:25-33
25 Y grandes multitudes iban con él,
y él se volvió y les dijo:
26 Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y a su madre, y a su mujer, y a sus hijos, y a sus hermanos, y a sus hermanas,
y aún también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
27 Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.
28 Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, para ver si tiene lo que necesita para acabarla?
29 No sea que después que haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a hacer burla de él,
30 diciendo:
Este hombre comenzó a edificar, y no pudo acabar.
31 ¿O qué rey, yendo a la guerra contra otro rey, no se sienta primero a consultar si puede hacer frente con diez mil a lo que viene contra él con veinte mil?
32 Y si no puede, cuando el otro está todavía lejos, le envía una embajada y le pide condiciones de paz.
33 Así que, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.
Agenda Evangélica: Salmo 147,1-6.11; Isaías 29,17-24; Hechos 9,1-20; Marcos 7,31-37; Hechos 3,1-10 (P)