Domingo 9 de febrero

 

5° domingo después de Epifanía

 

Echen allí sus redes, para pescar.

 

Lucas 5,4

 

¡Les deseo un feliz domingo!
La oración está compuesta por un verbo: “echar”, es decir una acción, y un adverbio demostrativo: “allí”, que indica un lugar concreto. Meditemos. El Evangelio nos lleva a la ribera del lago de Genesaret. Donde transcurre la vida cotidiana de hombres y mujeres. Trabajando para dar de comer a sus familias, pero también ofreciendo ese alimento a otros habitantes de la región.
Hoy es el quinto domingo después de Epifanía. Estamos transitando el feliz tiempo de la presencia de Dios entre nosotros. Su hijo Jesús está “aquí”, entre nosotros, como prometió a los discípulos. Con un mensaje para no desanimarnos ante el esfuerzo aparentemente infructuoso. ¡Ánimo, prueben otra vez, yo estoy con ustedes!
Ante el asombro por el resultado de la pesca, el Señor sencillamente los envía para ser ahora pescadores de hombres. “Allí”, donde viven. En esa realidad. La llegada de Jesús con su palabra, al lugar concreto “aquí” donde vivimos, eso es la Epifanía para cada uno.
Esa confianza de que no estamos solos, nos anima para echar las redes “arregladas” cada vez de nuevo. Aunque la tarea parezca en vano y quede sin la respuesta. Somos invitados a acercarnos al corazón de cada persona con la Palabra pacificadora y esperanzadora, con redes “renovadas”. Sí. Somos invitados a acercarnos al “allí” y al “aquí”: en la vida de nuestros hermanos y hermanas.
Con nuevas formas de enseñar, predicar, acompañar e invitar. Echar las redes, aunque hayamos trabajado toda la noche… No nos quedemos solamente esperando que vengan. “Yo soy quien te manda…” (Canto y Fe número 276).

 

Everardo Stephan

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