Domingo 1 de junio

 

7° domingo de Pascua

 

Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.

 

Juan 17,20-21

 

Jesús, en esta oración, proyecta hacia el futuro su ruego por todos los que creerán más tarde. Además, pide “que sean uno, como Cristo está unido con su Padre, para que el mundo crea”.

Cuando compartimos como comunidad de fe en distintas celebraciones, podemos sentir que nuestra fe crece, y al mismo tiempo, nos sentimos más unidos. Como cuando nos reunimos dos o tres para compartir su Palabra, la presencia de Cristo se manifiesta. Hoy somos el vínculo para que otros crean en la Palabra y sientan que, al creer, son uno en Cristo junto a sus hermanos.

“Somos uno en el Señor, en el vínculo del amor; al unir nuestro espíritu al Espíritu de Dios, somos uno en el Señor”, dice un canto. El amor de Cristo nos hace sentir hermanos cuando celebramos juntos, que Cristo Jesús se hace presente. Jesús ya tenía en cuenta a todos los que iban a creer, lo que significa que tanto tú como yo estábamos incluidos en esa lista. Oremos también así por los que vendrán, para que todos sean uno, y para que el mundo crea, tal como lo expresa la oración de Jesús.

 

Mirta Cristina Wagner

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