4° domingo después de Pentecostés
Después de esto, el Señor escogió también a otros setenta y dos, y los mandó de dos en dos delante de él, a todos los pueblos y lugares a donde tenía que ir.
Lucas 10,1
Los dos primeros versículos de este capítulo me gustan mucho porque se complementan muy bien entre sí. El texto nos dice que Jesús envía de dos en dos a estos otros setenta y dos discípulos.
Jesús los envía de dos en dos y no de forma individual, no de a uno, aunque podrían recorrer más caminos o llegar más rápido a varios lugares. Pero esto me hace recordar una frase que dice: “Si quieres caminar rápido, camina solo; pero si quieres llegar lejos, camina con otros”.
Qué importante es hacer las tareas con otros, qué importante es trabajar en equipo, buscar a otros para que nos acompañen en el camino de la misión de la iglesia y, obviamente, de la vida. Porque es juntos que el camino se nos hace más fácil, es con otros que podemos sostenernos cuando el camino se nos hace cuesta arriba, es juntos que podemos ser más creativos y multiplicar nuestras alegrías y disminuir nuestras cargas.
Por eso, Jesús dice en el segundo versículo que pidamos más trabajadores. El error que cometemos algunas veces es ser solitarios, es pedir más fuerzas para hacer toda la tarea, lo cual a la larga termina desgastándonos, a veces enojándonos y llevándonos a dejar todo.
Recemos juntos para que Dios envíe más discípulos para llevar su presencia a tantos que lo necesitan y cosechar todo lo que Jesús sembró. Amén.
Javier Oscar Gross
