Viernes 22 de agosto

 

Se han acercado a Dios, el Juez de todos, a los espíritus de los hombres buenos que Dios ha hecho perfectos.

 

Hebreos 12,23b

 

Este versículo nos invita a considerar la maravillosa realidad de nuestra relación con Dios y la comunidad celestial de la que formamos parte.
Entendemos que nuestra relación con Dios no se basa en nuestras propias obras, sino en la gracia divina que hemos recibido a través de la fe en Jesucristo. El texto nos recuerda que Dios es el Juez justo y perfecto, y que, a través de Cristo, hemos sido reconciliados con Él. Nuestro acceso a la presencia de Dios es posible no por nuestros méritos, sino por la justicia de Cristo que nos cubre.
Además, el versículo nos habla de los “espíritus de los hombres buenos que Dios ha hecho perfectos”. Esto se refiere a aquellos santos que han vivido y muerto en la fe. Ahora están en la presencia de Dios, perfeccionados por su gracia. Son nuestros hermanos y hermanas en la fe, y su vida es un testimonio de la esperanza y la promesa que nosotros también compartimos.
En esta realidad, encontramos consuelo y aliento. Sabemos que, en Cristo, estamos unidos a una familia eterna y que nuestras luchas y pruebas tienen un propósito en el gran plan de Dios. Vivamos cada día con la confianza de que somos aceptados ante el Juez justo y de que nuestra fe nos conecta con una comunidad gloriosa que ha sido perfeccionada por la gracia divina. Que así sea. Amén

 

Darío Dorsch

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