Un encuentro transformador: Segundo taller de diaconía 2025 del Distrito Entre Ríos

Este 23 de agosto de 2025 y con el lema “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar” (Mateo 11:28), se llevó a cabo en la localidad de Lucas González el Segundo Taller de Diaconía 2025; organizado por la Mesa de Articulación de la Diaconía en el Distrito Entre Ríos de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP). Bajo el tema “Ser comunidades diacónicas en tiempos de descuido”, seis de las siete congregaciones del Distrito participaron de una jornada que fue mucho más que un taller: una verdadera celebración litúrgica de fe, hermandad y profunda movilización interior.

 

El encuentro comenzó con la lectura del lema bíblico y la contemplación de la cruz construida en el primer taller, al pie de la cual se encontraba una barca típica entrerriana. En silencio, las y los participantes depositaron en ella sus cansancios y agobios: desencuentros, exclusión, exigencias, falta de tiempo, racismo, quejas continuas, desunión, violencias, abandonos, sobrecarga de tareas, años de servicio y responsabilidades. Luego se escucharon las palabras del apóstol Pablo en Gálatas, que invitan a compartir las cargas.

 

 

Con la consigna de identificar esas cargas a nivel congregacional, comunitario e institucional, los grupos se organizaron por congregaciones y dramatizaron “fotos vivas” que sintetizaban lo trabajado, para que el resto las interpretara. De esa manera surgieron seis representaciones visuales que evidenciaron problemáticas comunes: indiferencia, divisiones, crisis económica, individualismo, grietas sociales y resistencias al cambio. También tuvieron una participación activa la Comisión de Mujeres y el grupo de Jóvenes, quienes compartieron sus miradas, reflexiones y testimonios valiosos.

 

La Mesa de Articulación Diacónica presentó la actualización del relevamiento de acciones, proyectos e instituciones diacónicas de la IERP en Entre Ríos. El aporte colectivo permitió observar que la Iglesia tiene presencia en 45 localidades entrerrianas, abarcando 13 departamentos e incluyendo las principales ciudades y cabeceras departamentales. Se reconoció así una trayectoria amplia y profunda como Iglesia evangélica, diacónica, inclusiva y profética, comprometida con la misión y la transformación social, aunque muchas veces invisibilizada.

 

 

Por la tarde, las alegrías tomaron protagonismo con una emotiva representación del texto de Marcos 10,35-45, a cargo de Carla, Martín y Jorge, que permitió reflexionar sobre el verdadero sentido del servicio. Lo que había comenzado como un espacio para compartir cansancios y agobios se transformó en un tiempo de testimonios de fe, que dieron cuenta del cuidado de Dios, de su amor y de su presencia constante. Se escucharon relatos sobre cómo la Palabra se hace vida en proyectos que acompañan, en gestos cotidianos que sostienen, en vínculos que transforman, en instituciones que abrazan y en tantas personas que son testimonio vivo de una diaconía en acción. Fue un momento de gratitud, esperanza y comunión: una alegría serena nacida del compartir y del reconocimiento mutuo de que, incluso en medio de las dificultades, Dios sigue obrando y animando a las comunidades a ser signo de su amor.

 

El canto fue parte esencial de la jornada, envolviendo a las y los participantes en un clima de contención y esperanza. Alternó con las actividades, unificó voces, sostuvo cuando las palabras no alcanzaban y recordó que nadie está solo en sus cargas. Fue expresión concreta de la diaconía vivida: conectó con Dios y entre hermanos y hermanas, encendiendo la esperanza y renovando el espíritu.

 

La jornada culminó con la Cena del Señor, compartiendo un pan recién horneado por el pastor Julio Strauch. El pastor Jorge Weishein invitó a reconocer el amor y la misericordia del Padre, que fortalecen incluso en medio de las miserias humanas. Fue un cierre de profunda hermandad y pertenencia, difícil de describir por la espiritualidad que impregnaba el ambiente. Llamó la atención que, al finalizar, nadie se apresuró a retirarse. Flotaba en el aire un “queremos seguir”, la sensación de un encuentro real y de comunidad viva, que alivió el cansancio y renovó la fe.

 

 

La Congregación de Lucas González fue especialmente reconocida por su hospitalidad y amorosa recepción, que hizo sentir a todos como en casa. También se agradeció a la Fundación Hora de Obrar y al Programa Diaconía Comunitaria, en la persona del diácono Mg. Martín Elsesser; al pastor y licenciado en Trabajo Social Jorge Weishein; a las Mg. en Liturgia Lucía Doti y Carla Ostrowski; y a los pastores Atilio Hunzicker y Narciso Weiss, quienes con sus aportes litúrgicos y musicales guiaron este encuentro transformador.

 

El agradecimiento se extendió a todas las personas comprometidas con la tarea diaconal que viajaron y dedicaron un sábado para compartir experiencias, sentimientos y esperanza. Su presencia y entrega hicieron posible este momento de encuentro, reflexión y renovación.

 

El relato de lo vivido fue elaborado por la Lic. Norma Hermann y la Lic. Mariela Weiss, integrantes de la Mesa de Articulación de Diaconía ER.

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