«Estamos vivos porque estamos en movimiento»: campamento ecuménico de jóvenes +18

«Estamos vivos porque estamos en movimiento» fue el lema que convocó en el campamento ecuménico de jóvenes + 18 y que convocó a juventudes de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) y la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU), en las instalaciones de la Iglesia Luterana de La Plata y el centro luterano El Escudo.

 

En el primer día, y a pesar de la lluvia, reflexionaron en torno a los movimientos «hacia adentro» a través de tres talleres simultáneos y rotativos: Autocuidado y salud mental (acompañado por el diácono y psicólogo social Martin Elsesser), espiritualidad (acompañado por el pastor Paulo Siebra), e identidad (acompañado por la pastora Paula Fogel). Las reflexiones, los juegos, los momentos de devocional y de fogata fueron guiados por el equipo organizador del encuentro, integrado por jóvenes de ambas denominaciones.

 

 

El día domingo, ya con lindo sol, la propuesta fue el movimiento «hacia afuera», es decir en las calles y lugares históricos de La Plata. De ese modo, compartieron tres momentos de devoción y reflexiones en la Plazoleta la noche de los Lápices, donde Meli Fisher y Angi Sthali ayudaron a reflexionar sobre la memoria, verdad y justicia, la Plaza Rocha, donde llevaron a cabo una meditación y reflexión sobre justicia climática. Luego, las jóvenes Heidy Ñery y Paula Machado guiaron a través de un testimonio sobre diversidad y justicia social.

 

 

Para finalizar la caminata, repartieron panfletos como un llamado a la acción en la sociedad en torno a los femicidios que sufren nuestras pibas, teniendo especialmente en la memoria a Morena, Lara y Brenda, asesinadas en una casa de Florencio Varela. A su vez denunciaron una vez más el genocidio que sufre el pueblo palestino y la injusticia climática que viven nuestros pueblos.

 

A continuación la Acompañante Ecuménica por el PEAPI y artista Gabriela B. acompaño en un taller de arte y serigrafia donde estamparon las siguientes consignas: «Educación pública y justicia social», «Palestina libre» y «Estamos vivxs porque estamos en movimiento».

 

Mientras compartían la mesa, que estuvo nutrida por tres culturas a lo largo del campamento: primer almuerzo Salpicão (brasileño), la primera cena falafel en pan árabe, (comida palestina), y el segundo almuerzo choripán (comida argentina). El objetivo fue evocar la memoria, las narrativas y resistencias a través de compartir la mesa y los alimentos.

 

 

El culto de cierre y envío fue guiado por los pastores Paulo Siebra y Diego Alfaro. Agradecemos a Dios este encuentro que convocó a unxs 50 jóvenes de distintas latitudes de Buenos Aires. Oramos por las búsquedas, sueños y luchas de cada joven, por sus comunidades de fe, y porque sea posible -en medio de este tiempo- abrazar comunitariamente a las juventudes.

Compartir!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Email
Print