Comisión Ecuménica en VIH y SIDA convocó a líderes religiosos para compartir el Plan Estratégico de ONUSIDA “Llegar a CERO” con la intención de comprometer a las iglesias a trabajar juntas, con especial énfasis en la propuesta de lograr para el año 2015 alcanzar el cero porcentaje de discriminación por VIH y SIDA.
El pasado 7 y 8 de agosto de 2012 la Comisión Ecuménica en VIH y SIDA convocó a líderes de iglesias a la reflexión y a la elaboración de estrategias de acción conjunta contra pandemia del VIH y SIDA. Durante dos jornadas intensas, los casi 30 miembros de diferentes iglesias, provenientes mayoritariamente de la Ciudad de Buenos Aires, pero también hubo presencia de referentes de diferentes provincias del país, pudieron informarse acerca del Plan Estratégico de ONUSIDA denominado “Llegar a CERO”. Los Doctores Rubén Mayorga y Clarisa Brezzo, Coordinador y Oficial de Programas de ONUSIDA –respectivamente- para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay informaron que el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA es un esfuerzo coordinado entre diversas agencias del sistema de Naciones Unidas y otras agencias internacionales. Asimismo, presentaron el Plan Estratégico que consiste en direcciones estratégicas y visiones y objetivos para cada una de ellas. Brevemente son:
- Revolucionar la prevención del VIH. La visión de acuerdo a esta dirección estratégica es: Llegar a cero nuevas infecciones por el VIH.
- Impulsar la próxima fase del tratamiento, la atención y el apoyo. La visión es: Llegar a cero muertes relacionadas con el SIDA.
- Fomentar el respeto de los derechos humanos y la igualdad de género en la respuesta al VIH. La visión es: Llegar a cero discriminación.
Los objetivos desarrollados anteriormente están previstos para el año 2015. Si bien Naciones Unidas viene trabajando con los diferentes Estados miembros para alcanzar dichos objetivos es de público conocimiento que el logro de los mismos varía de acuerdo a la región y país del mundo. Hace tiempo que dejó de ser novedad que el trabajo de las agencias internaciones y los Estados sin el apoyo de la sociedad civil puede arrojar resultados insuficientes. En este sentido, desde hace varios años las diferentes agencias del sistema de Naciones Unidas impulsan el trabajo conjunto no sólo con los Estados sino también con diferentes actores de la sociedad civil como ser las iglesias. El encuentro al que hacemos referencia fue posible gracias al apoyo de la Oficina de ONUSIDA para Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay y a la Comisión Ecuménica en VIH y SIDA que no sólo organizó el mencionado encuentro sino que también logró aunar esfuerzos entre ONUSIDA y diferentes actores estatales como ser el Ministerio de Salud y de la sociedad civil.
El encuentro estuvo nutrido de diferentes voces, privilegiándose la de aquellas organizaciones de la sociedad civil que desde hace años trabajan contra la estigmatización de las personas con VIH o con SIDA, como así también de aquellas organizaciones que luchan por el acceso al tratamiento de salud correspondiente, por el derecho a no ser discriminado/a, por la igualdad de derechos para todos y todas los seres humanos sin distinción de raza, color, orientación sexual o identidad de género. En este sentido, estuvieron presentes: Lohana Berkins, activista de la comunidad trans argentina que en 1994 fundó la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), que preside hasta la actualidad. Fue impulsora de la ley 3062 de respeto a la identidad adoptada por travestis y transexuales y Marcelo Ferreyra, Coordinador del Programa para América Latina y el Caribe de la Comisión Internacional de los Derechos Humanos para Gays y Lesbianas (International Gay and Lesbian Human Rights Comisión)
El Plan Estratégico de ONUSIDA también fue abordado desde una perspectiva teológica, en especial el eje que tiene como objetivo “Llegar a cero discriminación”. Tres miembros de la Comisión Ecuménica en VIH y SIDA, el Lic. Gerardo García Helder, el Lic. Sergio López y el Prof. Lisandro Orlov, realizaron sendas lecturas bíblico-teológicas a través de las cuáles interpelaron a los presentes a no desoír el llamado de Dios para con los vulnerados, los sufridos, los que son diferentes a uno pero, en definitiva, son todos y todas creados a imagen y semejanza de Dios.
Entre los presentes hubo consenso en cuanto a que el camino debe ser trabajar en conjunto y no cada uno por su lado, y que la estrategia de acción debe tener como eje central la vinculación y el relacionamiento constante con diversos actores, ya sean públicos o privados.
Como iglesias hemos sido llamados por Dios para ser comunidades inclusivas que vivan la gracia de Dios, tal como la conocemos en Jesucristo. Si queremos ser fieles a Dios debemos involucrarnos. ¿Queremos seguir siendo parte del problema o comenzar a ser parte de la solución?
Lic. David Cela Heffel Asistente del Área de Ecumenismo y de Diaconía y Proyectos Iglesia Evangélica del Río de la Plata