El Programa Ecuménico de Acompañamiento a Palestina e Israel (PEAPI) llevó a cabo su capacitación anual en Argentina, preparando a futuros acompañantes ecuménicos. Desde hace más de dos décadas, las iglesias del Consejo Mundial de Iglesias (CMI) responden al llamado de las iglesias cristianas en Jerusalén, capacitando anualmente a personas dispuestas a acompañar durante tres meses a la población palestina e israelí en su búsqueda de justicia y paz. Este programa también busca ser testigo de las violaciones de derechos humanos y las injusticias que sufre el pueblo palestino bajo ocupación colonial y militar desde hace más de 75 años.
El mensaje del Evangelio invita a los participantes del programa a «ir y contar aquello que han visto y oído». En palabras de los lugareños: «Vengan y vean, vayan y cuenten», reafirmando la convicción de que el testimonio tiene una fuerza transformadora y liberadora.
Desde 2010, las iglesias protestantes en Argentina han atendido este llamado. La Coordinación Nacional del PEAPI Argentina, junto con organizaciones cristianas como la Iglesia Evangélica Luterana Unida (IELU) y la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), coordina esfuerzos locales para apoyar institucional y espiritualmente este programa. Este año, el encuentro se realizó en Buenos Aires durante un fin de semana, organizado en conjunto por las diferentes partes.
Durante la capacitación, se llevó a cabo una actividad de incidencia pública (Advocacy), destacando la inauguración de la nueva muestra de fotos «Mujeres, Tierra, Maternidad». Esta exposición, compuesta por 20 fotos tomadas por acompañantes ecuménicos en los últimos cinco años, muestra la resiliencia (sumud en árabe) de mujeres valientes que enfrentan la ocupación con sus cuerpos, vidas, fe y convicciones, con la esperanza de una Palestina libre.
La capacitación coincidió con la festividad patria del 25 de Mayo en Argentina, y los asistentes disfrutaron de un tradicional locro patrio, encontrando puntos comunes en sus luchas por la soberanía a través de diferentes territorios.
Los organizadores expresaron su agradecimiento a Dios por la oportunidad de encontrarse, reflexionar, compartir y unir oraciones y acciones en la búsqueda de la justicia y la paz, tanto en la región como en todo el mundo. Se animó a las comunidades a seguir orando por el fin del genocidio en Gaza, por los acompañantes ecuménicos en territorio, y por las coordinaciones nacionales y el PEAPI, con la esperanza de que Dios inspire más vocaciones y fortalezca a quienes son testigos con sus vidas.
