En el marco de la celebración de Pentecostés, la Conferencia del Distrito Metropolitano de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata se reunió para reflexionar sobre la histórica Declaración de Barmen en su nonagésimo aniversario. Este encuentro congregó delegados y delegadas de las diferentes comunidades, quienes analizaron el impacto y la relevancia de este documento en el contexto actual de sus comunidades.
La carta emitida por la conferencia destaca varios puntos cruciales. Primero, se reafirmó que el mensaje de Dios es único y no debe ser manipulado con otros fines. Además, se enfatizó que Jesucristo es el único camino, la verdad y la vida, posicionando esta verdad como el núcleo central de la fe y práctica cristiana.
En el ámbito de la relación entre política y religión, la conferencia subrayó la necesidad de un vínculo saludable donde no haya injerencia de una sobre la otra, promoviendo así el respeto y la convivencia armoniosa. También se hizo un fuerte llamado a la defensa de la dignidad humana, reconociendo a todos como hijos e hijas de Dios y destacando la importancia de luchar por los derechos y el respeto de cada individuo.
Frente a los discursos únicos y excluyentes, la declaración afirmó la necesidad del diálogo y el encuentro con el otro, destacando la apertura y la comprensión mutua como esenciales para una convivencia pacífica. Inspirándose en el espíritu valiente de la Declaración de Barmen, la Iglesia Evangélica del Río de la Plata desea dar un nuevo impulso a la fe evangélica en el contexto actual, testimoniando la fe en Jesucristo de manera fiel y comprometida.
La Conferencia del Distrito Metropolitano anima a todas las comunidades a adoptar estas reflexiones con valentía y a ponerlas en práctica en la vida diaria, esperando que este esfuerzo conjunto fortalezca su misión y testimonio en el mundo.