TERMAS DE GUAVIYÚ / Uruguay | Con la temática «justicia de género» y sorprendidos por el nivel de reflexión, unos cuarenta jóvenes de las comunidades de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) de Uruguay, celebraron los días 5, 6 y 7 de julio el campamento distrital. El encuentro fue organizado por la el Equipo de Coordinación Juvenil Uruguay y tuvo el acompañamiento de la pastora Mónica Hillmann, el vicario Jhonatan Schubert y el pastor Jerónimo Granados. El tema fue desarrollado íntegramente por los propios jóvenes, que recibieron asesoramiento del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI). La actividad contó con la visita de Gabriel Bircher, coordinador del Distrito Oeste y finalizó con un devocional compartido con la Comunidad de Santa Blanca el día domingo.
Entre otras dinámicas, trabajaron sobre los roles y qué cosas están asociadas a cada quien. Este trabajo lo desarrollaron a través de una dinámica en la que entregaban palabras y frases atribuidas a hombres y mujeres, para que los y las jóvenes asociaran a roles «masculinos» o «femeninos». Hubo algunas dificultades, debido a que había quienes no tenían en claro a que rol atribuir determinadas categorías, lo que fue capitalizado por el trabajo. Se visualizó que muchas cosas están mal a nivel social y se repiten modelos y estereotipos en lo que respecta a género y violencia, pero sin embargo no se hace mucho para que las cosas cambien. Los organizadores dejaron abierto espacio para el debate, como un modo de integrar y abrir el tema a diferentes niveles. También hubo espacios de diálogo entre varones y mujeres, lo que fue evaluado de manera muy similar, siendo que ambos trabajaron bien y con apertura sobre la temática.
A partir de un trabajo de reconocer diferentes imágenes, una de las cosas que se destacó fue que el machismo causa daño. Esto permitió dialogar sobre lo qué es el feminismo, los prejuicios, los conceptos y las cosas que forman parte de esa comprensión. Juan Pereira, Co coordinador Juvenil del Distrito Uruguay dijo que al dialogar sobre este aspecto, que la mayoría tenía el concepto de «feminazi», forma despectiva con la que se intenta desprestigiar el movimiento feminista. «El debate y la charla sirvió para desprender y sacar una etiqueta de extremista, o de cosas malas al feminismo». Una vez finalizado, dialogaron sobre las formas que el machismo está instalado en la sociedad, dialogando sobre el rol y el espacio de los medios de comunicación, que ponen etiqueta al género y los modos de ser que se espera que se cumplan.
Este campamento fue organizado íntegramente por los propios jóvenes, que no sólo se ocuparon de la logística, sino también estuvieron a cargo de le temática. Para llevar a cabo el trabajo, tuvieron una capacitación por parte del Servicio Evangélico de Diaconía (SEDI) hace alrededor de un mes, donde trabajaron y prepararon el tema de acuerdo a las necesidades e ideas que tenían el el equipo de coordinación. Los y las jóvenes evaluaron que este método sirvió para que haya más confianza, debido a que no es alguien desconocido quien trae a colación la temática. La mayoría de los participantes eran nuevos y la dinámica permitió que la mayoría participara y cuestionara.