Cuidado de la Creación: Jornada infantil en Caaguazú aborda sobre la necesidad de reutilizar

CAAGUAZÚ / Paraguay | IERPcomunica – En el marco del desafío climático, este sábado 16 de octubre, la Congregación Evangélica de Caaguazú de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) desarrolló una jornada infantil, donde abordaron sobre la creación según génesis, y colocando al hombre y a la mujer como protectores y responsables por toda la creación de Dios. En ese contexto, hablaron sobre «las tres erres» (reducir, reutilizar y reciclar), trabajando la reutilización de materiales, realizando manualidades con cajas de leche y cajas de huevos. Además, plantaron algunas plantas de moras en el patio de la iglesia, con la mirada puesta en que en dos años puedan comenzar a producir frutos para poder servirse de ellas.

Material didáctico preparado para contar la historia de la creación según Génesis

El tema bíblico que fue guiando el trabajo, estuvo orientado en el concepto de que «Dios puso al hombre como protector y cuidador de la creación». El enfoque estuvo puesto en como poder cuidar, espacio en el que los niños y las niñas destacaron ideas como no tirar basura en la calle, entre otros aspectos. Mencionaron las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. En la oportunidad, trabajaron únicamente la reutilización de materiales. Trabajaron con cajas de leche para hacer alcancías, las colorearon y les dieron nueva vida. Con las cajas de huevo realizaron el juego de tetris.

Los niños al momento de compartir un espacio de juegos y recreación.

«Les encantó poder trabajar con la pintura, se divirtieron muchísimo con los juegos», relató Vania Zanow, estudiante de teología que actualmente realiza actividades pastorales en la congregación. La jornada fue organizada junto a las catequistas de la comunidad, que estuvieron trabajando y llevando a cabo cada una de las propuestas. Almorzaron todos juntos en la iglesia y al finalizar plantaron un árbol de mora, que tiene la particularidad de que no se debe plantar con platines, sino cortando una rama del árbol. La que plantaron es más grande que la silvestre y fue donada por una persona de la congregación. Dios mediante, en dos años van a estar compartiendo las frutas de lo que ahora es tan sólo una sencilla rama.

Los niños plantando la rama de mora en el patio de la iglesia.

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