Año nuevo
“…y le pusieron por nombre Jesús…”
Lucas 2,21

Hoy se inicia un nuevo año en nuestro mundo occidental. Lo nuevo trae siempre expectativas, esperanzas, brotes verdes de vida plena.
En ese sentido la llegada de Jesús es la concreción de esas esperanzas, porque es “salvación”. Oportunidad de vida en medio de una humanidad colmada de violencia, de muerte y de desesperanza.
Por eso, quizás, el texto de hoy nos sorprendió un primero de año. Generalmente lo leemos en nuestras celebraciones de Navidad. Pero mirado más de cerca, Jesús “Salvador” es concreción de vida plena, completa, buena, saludable.
Para esta tierra sin luz, nace el Señor,
para vencer las tinieblas, nace el Señor;
para cambiar nuestro mundo,
// todos los días nace, el Señor. //
Para vencer la pobreza, nace el Señor,
para los pobres que sufren, nace el Señor;
por la igualdad de las gentes,
// todos los días nace, el Señor. //
Para traernos la paz, nace el Señor,
para esta tierra que sangra, nace el Señor;
en cada uno que lucha,
// todos los días nace, el Señor. //
Para este mundo dormido, nace el Señor,
para inquietar nuestras vidas, nace el Señor;
en cada nueva esperanza,
// todos los días nace, el Señor. // (Canto y Fe Nº 9)

Doris Arduin y Germán Zijlstra
Lucas 2,16-21

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