Tercer domingo de Pascua

… Y decían con fuerte voz: “¡El Cordero que fue sacrificado es digno de recibir el poder y la riqueza; la sabiduría y la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza!”

Apocalipsis 5, 12

El autor del libro del Apocalipsis usa la imagen del Cordero casi treinta veces. Es uno de los títulos más preciados para designar a Jesús. En una sola palabra resume el amor, el sacrificio, el sufrimiento y el triunfo de Cristo.

El Cordero puede remitirse al cordero pascual. A la sangre del cordero sacrificado que protegió la casa de los israelitas la noche que abandonaron Egipto.
Puede referirse al ritual diario en el templo, de sacrificar (de mañana y de tarde) un cordero para redimir los pecados del pueblo.

También el profeta Isaías tuvo la visión de alguien que redimiría a su pueblo mediante el sufrimiento y el sacrificio. En el capítulo 53 versículo 7 dice: “Fue maltratado, pero se sometió humildemente, y ni siquiera abrió la boca, lo llevaron como cordero al matadero, y él se quedó callado, sin abrir la boca, como una oveja cuando la trasquilan.”

Y ahora el autor del libro ve en una visión muchos ángeles y ancianos que alaban a gran voz al Cordero inmolado. Y en ese himno reconocen toda la obra de Jesucristo mediante su muerte. A Él le pertenecen el poder, el honor, la gloria y la alabanza.

En este día, día en que celebramos el triunfo de la vida sobre la muerte, toda nuestra alabanza porque Jesús no vivió para sí, sino que se derramó en favor nuestro. Todo nuestro reconocimiento a quien nos ha rescatado de la vida sin sentido como dice en la primera carta de Pedro. Hoy toda nuestra gratitud porque el costo de ese rescate no se pagó con cosas corruptibles sino con “la sangre preciosa de Cristo, que fue ofrecido en sacrificio como un cordero sin defecto ni mancha.”

Tal como soy de pecador, sin otra fianza que tu amor. A tu llamado vengo a Ti: Cordero de Dios, eme aquí. Tal como soy, buscando paz, en mi aflicción y mal tenaz. Combate rudo siento en mí: Cordero de Dios, eme aquí. (Culto Cristiano Número 229)

Stella Maris Frizs

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