6° Domingo después de Epifanía, 6° en el año

Jesús se bajó del cerro con ellos y se detuvo en un llano, se habían juntado allí muchos de sus seguidores y mucha gente de toda la región… habían llegado para oír a Jesús y para que los curara de sus enfermedades.

Lucas 6,17

Este texto nos narra el conocido Sermón del Monte, las Bienaventuranzas.
Aquí Jesús afirma que a través de Él, ya se manifiesta el Reino de Dios en nuestro mundo, por eso les dice “Dichosos”.
Jesucristo les encomienda a sus discípulos de aquel entonces y a nosotros hoy la misión de trabajar cada día para construir ese Reino. Los primeros cristianos comprendieron muy bien la tarea asignada, practicaban la diaconía, compartían lo que tenían y no había necesitados entre ellos, nos dicen las Escrituras.
Así también nuestro Señor, nos encomienda a cada uno, a movilizarnos y comprometernos, ayudar, servir, acompañar, contener, devolver la dignidad a las personas que sufren, luchar por el hambre y las injusticias, también procurar la paz.
Dios nos invita a ver en cada ser humano la presencia de Dios, para ir a su encuentro, que así sea. Amén.
Enviado soy de Dios, mi mano lista está, a construir con El, un mundo fraternal. Los ángeles no son enviados a cambiar, un mundo de dolor en un mundo de paz, me ha tocado a mí, hacerlo realidad, ayúdame Señor, a hacer tu voluntad. (Canto y Fe N° 150)

Iris Bender

Salmo 1; Jeremías 17,5-10; 1 Corintios 15,12-20; Lucas 6,17-26
Agenda Evangélica: Salmo 31,20-25; Jeremías 9,22-23 (P); Filipenses 2,12-13; Mateo 20,1-16

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