23º domingo después de Pentecostés, 33º en el año
A ustedes les echarán mano y los perseguirán. Los llevarán a juzgar en las sinagogas, los meterán a la cárcel y los presentarán ante reyes y gobernadores por causa mía. Así tendrán oportunidad de dar testimonio de mí. Háganse el propósito de no preparar
de antemano su defensa, porque yo les daré palabras tan llenas de sabiduría que ninguno de sus enemigos podrá resistirlos ni contradecirlos en nada. Pero ustedes serán traicionados incluso por sus padres, sus hermanos, sus parientes y amigos. A algunos de ustedes los matarán y todo el mundo los odiará por causa mía; pero no se perderá ni un cabello de su cabeza. ¡Manténganse firmes, para poder salvarse!
Lucas 21,12-19
Frente a los versículos propuestos para hoy podemos, claramente, tener dos actitudes. Una, enfocarnos en el aspecto “negativo” (o in- cómodo y difícil) que implica dar testimonio de Cristo: sufrir persecución, ser juzgados o señalados con el dedo acusador, tener discusiones con otras personas, sufrir traiciones, ser odiados… La otra actitud, u opción es confiar plenamente en Dios; quien nos dará las palabras necesarias para enfrentar cada situación que se presente. Incluso nos invita a despreocuparnos de antemano, porque él nos dará tanta sabiduría que sorprenderemos a quien nos enfrente.
¡Qué gran desafío nos presenta Jesús! ¡Manténganse firmes! Oremos para que podamos cada día sentir su compañía, su presen-
cia en las palabras que digamos y las acciones que realicemos para nuestra salvación.
Jesús yo he prometido servirte con amor; concédeme tu gracia, mi amigo y salvador. No temeré en la lucha si tú a mi lado estás, ni perderé el camino si tú guiando vas. (Canto y Fe Nº 305)
Susana Carolina Plem
Salmo 98; Malaquías 4,1-2a; 2 Tesalonicenses 3,6-13; Lucas 21,5-19
Agenda Evangélica: Salmo 50,1-6.14-15.23; Job 14,1-6(7-12)13(14)15-17;
Romanos 14,(1-6)7-13; Mateo 25,31-46; Lucas 18,1-8 (P)