5° domingo de Pascua, Cantate

Alaben el nombre del Señor, pues él dio una orden y todo fue creado.

Salmo 148,5

¡Qué satisfacción cuando decimos algo que nos gustaría que suceda y, finalmente, sucede! Dios crea todo con su palabra. La palabra es la que obra. Las comunidades cristianas somos comunidades de la palabra. La palabra es el instrumento del Espíritu Santo. El espíritu llega con la palabra y nos habita, nos moviliza, nos sostiene, nos renueva nuestras fuerzas y la vida toda. Por ello, oremos para que siempre el Espíritu de Dios nos asista y nos sostenga en todo momento y ante toda situación para que siempre demos gloria a Dios con nuestros actos y nuestras palabras.
Toda la creación es una alabanza a Dios. La creación es la palabra de Dios hecha realidad. ¿Cuándo sembramos los campos, acaso no vemos al Espíritu de Dios en cada semilla? ¿Cuando llueve, acaso no admiramos al Espíritu de Dios en cada gota de agua que riega el suelo? ¿Cuándo brilla la luna y las estrellas, acaso no admiramos al Espíritu de Dios en cada rayo de luz? ¿Cuando sopla el viento, acaso no escuchamos el susurro del Espíritu moviendo cada hoja de los árboles? ¿Cuando vemos los animales por los campos, no sentimos al Espíritu de Dios acariciando sus pelajes?
La gloria de Dios no tiene comparación con la fuerza de los seres humanos. El poder de los hombres y la autoridad de Dios no tienen punto de comparación. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. ¡Dios crea con su palabra!
Alabemos al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Esto nos da una esperanza viva. (1 Pedro 1,3)

Jorge Weishein

Salmo 148; Hechos 11,1-18; Apocalipsis 21,1-6; Juan 13,31-35 Agenda Evangélica: Salmo 98; 1 Samuel 16,14-23; Colosenses 3,12-17 (P); Lucas 19,37-40

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print