Salmo 99
1 ¡El Señor reina! Los pueblos tiemblan.
¡El Señor está en su trono entre los querubines!
La tierra se conmueve.
2 Grande es el Señor en Sión,
y exaltado sobre todos los pueblos.
3 Alaben tu nombre grande y temible;
¡El Señor es santo!
4 La gloria del rey ama el juicio;
tú confirmas la rectitud;
tú has hecho en Jacob juicio y justicia.
5 Exaltad al Señor nuestro Dios,
y postraos ante el estrado de sus pies;
¡Él es santo!
6 Moisés y Aarón entre sus sacerdotes,
y Samuel entre los que invocaron su nombre;
invocaban al Señor, y él les respondía.
7 En columna de nube hablaba con ellos;
guardaban sus testimonios,
y el estatuto que les había dado.
8 ¡Oh Señor Dios nuestro! tú les respondías;
les fuiste un Dios perdonador,
y retribuidor de sus obras.
9 Exaltad al Señor nuestro Dios,
y postraos ante su santo monte,
porque el Señor nuestro Dios es santo.

Éxodo 34:29-35
29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí, con las dos tablas del testimonio en su mano, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía después que hubo hablado con Dios.
30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí que la piel de su rostro resplandecía; y tuvieron miedo de acercarse a él.
31 Entonces Moisés los llamó, y Aarón y todos los príncipes de la congregación volvieron a él, y Moisés les habló.
32 Después se acercaron todos los hijos de Israel, y él les dio mandamientos todo lo que Jehová le había hablado en el monte Sinaí.
33 Y cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro.
34 Pero cuando entraba Moisés delante de Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía; y saliendo decía a los hijos de Israel lo que le había sido ordenado.
35 Y los hijos de Israel veían el rostro de Moisés, que la piel del rostro de Moisés resplandecía; y ponía Moisés el velo sobre su rostro otra vez, hasta que entraba a hablar con Dios.

2 Corintios 3:12—4:2
12 Por lo cual, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza en el hablar;
13 y no como Moisés, que ponía un velo sobre su rostro para que los hijos de Israel no mirasen el fin de lo que había de ser abolido.
14 Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo sin descubrirse, el cual por Cristo es quitado.
15 Y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está sobre su corazón.
16 Mas cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará.
17 Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.
18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
1 Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos;
2 antes bien hemos renunciado a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia ni adulterando la palabra de Dios; sino manifestando la verdad, recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.

Lucas 9:28-36
28 Aconteció que como ocho días después de estas palabras, tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar.
29 Y mientras oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestidura blanca y resplandeciente.
30 Y he aquí dos varones que hablaban con él; los cuales eran Moisés y Elías;
31 quienes aparecieron rodeados de gloria y hablaban de su partida, la cual iba a cumplir en Jerusalén.
32 Pedro y los que estaban con él estaban cargados de sueño; pero manteniéndose despiertos vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con él.
33 Y aconteció que al separarse ellos de él, dijo Pedro a Jesús: Maestro, bueno es estar aquí; hagamos tres enramadas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabía lo que decía.
34 Mientras él decía esto, vino una nube que les cubrió; y tuvieron miedo al entrar en la nube.
35 Y vino una voz desde la nube que decía: Este es mi Hijo amado; a él oíd.
36 Y cuando cesó la voz, Jesús fue hallado solo. Y ellos guardaron silencio y por aquellos días no dijeron nada a nadie de lo que habían visto.

Agenda Evangélica: Salmo 31,2-6.8-9.16-17; Amós 5,21-24; 1 Corintios 13,1-13; Marcos 8,31-38; Lucas 10,38-42 (P)