Salmo 93

¡El Señor reina!
¡El Señor se ha vestido de magnificencia!
¡El Señor se ha revestido de gran poder!
¡El Señor afirmó el mundo, y éste no se moverá!
Su trono es firme desde el principio.
¡El Señor es el Rey eterno!

Los ríos levantaron, Señor;
los ríos levantaron su voz;
los ríos levantaron sus olas.
Tú, Señor, en las alturas,
eres más poderoso que el estruendo de los mares;
¡más poderoso que las fieras olas del mar!
Tus testimonios, Señor, permanecen firmes;
la santidad es el adorno de tu templo,
por siempre y para siempre.

Daniel 7, 9-10.13-14

»Mientras yo miraba, se colocaron varios tronos, y un Anciano entrado en años se sentó. Su vestido era blanco como la nieve, y su cabello era semejante a lana limpia; su trono era una llama de fuego, y las ruedas del trono eran un fuego ardiente. 10 De su presencia manaba un río de fuego, y a su servicio estaba una multitud imposible de ser contada. El Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
….

13 »Mientras tenía yo esta visión durante la noche, vi que en las nubes del cielo venía alguien semejante a un hijo de hombre, el cual se acercó al Anciano entrado en años, y hasta se le pidió acercarse más a él. 14 Y se le dio el dominio, la gloria y el reino, para que todos los pueblos y naciones y lenguas le sirvieran. Y su dominio es eterno y nunca tendrá fin, y su reino jamás será destruido.

Apocalipsis 1, 5-8

y de Jesucristo, el testigo fiel, primogénito de entre los muertos y soberano de los reyes de la tierra. Él nos amó; con su sangre nos lavó de nuestros pecados, y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre. Por eso, a él sea dada la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. ¡Miren! ¡Ya viene en las nubes! Y todos lo verán, aun los que lo traspasaron; y todas las naciones de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.

Dios el Señor dice: «Yo soy el Alfa y la Omega, [el principio y el fin,][a] el que es, el que era, y el que ha de venir. Soy el Todopoderoso.»

Juan 18, 33-37
33 Pilato volvió a entrar en el pretorio; llamó entonces a Jesús, y le preguntó: «¿Eres tú el Rey de los judíos?» 34 Jesús le respondió: «¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?» 35 Pilato le respondió: «¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han puesto en mis manos. ¿Qué has hecho?» 36 Respondió Jesús: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mis servidores lucharían para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi reino no es de aquí.» 37 Le dijo entonces Pilato: «¿Así que tú eres rey?» Respondió Jesús: «Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.»

Agenda Evangélica: Salmo 126 (P); Isaías 65,17-19(20-22)23-25; Apocalipsis 21,1-7; Mateo 25,1-13