Salmo 84:1-7
1 ¡Cuán amables son tus moradas, Jehová de los ejércitos!
2 Anhela mi alma y aún ardientemente desea los atrios de Jehová;
mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.
3 El gorrión ha hallado casa,
y la golondrina nido para sí,
donde ponga sus polluelos;
cerca de tus altares, Jehová de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío.
4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
perpetuamente te alabarán.
5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
y en cuyo corazón están tus caminos.
6 Atravesando el valle de lágrimas, lo convierten en fuente,
cuando la lluvia llena los estanques.
7 Irán de poder en poder;
verán a Dios en Sión.

Eclesiástico 35:12-17
12 No se haga escasa la ofrenda del que está sin recursos,
y que no se menosprecie la súplica del afligido.
13 El que honra a su Señor, honra al sacerdote;
y el que honra al sacerdote, honra a su Dios.
14 El que da al pobre, hace un préstamo a Jehová,
y él le devolverá su bien hecho.
15 No te presentes ante Jehová con las manos vacías;
porque todo esto se hace por mandato.
16 La ofrenda del justo es agradable,
y su sacrificio se ofrece en el momento de su aflicción.
17 No te olvides del que te necesita,
y no pases de largo con indiferencia ante el afligido.

Jeremías 14:7-10, 19-22
7 Oh Jehová, aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros,
haz algo por tu nombre;
porque nuestras rebeliones se han multiplicado,
contra ti hemos pecado.
8 Oh esperanza de Israel, su Salvador en el tiempo de aflicción,
¿por qué serás como forastero en la tierra,
y como viajero que se detiene para pasar la noche?
9 ¿Por qué serás como hombre atónito,
como poderoso que no puede salvar?
Y sin embargo, tú, oh Jehová, estás en medio de nosotros,
y tu nombre es invocado sobre nosotros;
no nos dejes.
10 Así ha dicho Jehová acerca de este pueblo:
Ellos han amado andar errantes,
y no han refrenado sus pies;
por lo tanto, Jehová no se complace en ellos;
ahora recordará su iniquidad,
y castigará sus pecados.
19 ¿Por qué has desechado a Judá del todo?
¿Y por qué aborreciste a Sion?
Nos has herido,
y no hay sanidad para nosotros.
Esperamos paz, y no hay bien;
esperamos tiempo de sanidad, y he aquí, turbación.
20 Reconocemos, oh Jehová, nuestra impiedad,
la iniquidad de nuestros padres,
porque hemos pecado contra ti.
21 No aborrezcas por amor de tu nombre,
no deshonres el trono de tu gloria;
acuerda de no invalidar tu pacto con nosotros.
22 ¿Hay entre los ídolos de las naciones alguno que dé lluvia?
¿O los cielos pueden hacer llover?
¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios?
A ti esperamos,
porque tú has hecho todas estas cosas.

2 Timoteo 4:6-8, 16-18
6 Porque yo ya estoy para ser sacrificado,
y el tiempo de mi partida está cercano.
7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera,
he guardado la fe;
8 por lo demás, me está reservada la corona de justicia,
la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día;
y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
16 En mi primera defensa, ninguno estuvo a mi lado,
antes todos me abandonaron;
no les sea tomado en cuenta.
17 Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas,
para que por mí se cumpliera la predicación,
y todos los gentiles oyeran;
y así fui librado de la boca del león.
18 Y el Señor me librará de toda obra mala,
y me preservará para su reino celestial;
a él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Lucas 18:9-14
9 También dijo esta parábola para algunos que confiaban en sí mismos como justos,
y menospreciaban a los otros:
10 Dos hombres subieron al templo a orar;
uno era fariseo, y el otro publicano.
11 El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera:
Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
12 ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
13 Pero el publicano, estando lejos, no quería ni aún alzar los ojos al cielo,
sino que se golpeaba el pecho, diciendo:**
Dios, sé propicio a mí, pecador.
14 Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;
porque todo el que se enaltece será humillado,
y el que se humilla será enaltecido.

Agenda Evangélica: Salmo 32,1-7; Éxodo 34,4-10; Santiago 5,13-16; Marcos 2,1-12; Juan 5,1-16 (P)