17° domingo después de Pentecostés
Los apóstoles pidieron al señor: -Danos más fe. El señor les contestó: -Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrán decirle a éste árbol: “Arráncate de aquí y plántate en el mar”, y les haría caso.
Lucas 17,5-6
Este texto bíblico habla sobre la fe. Pienso que no existen niveles de fe, a pesar de que los apóstoles hayan pedido que la aumentara.
Considero que la fe se tiene o no se tiene. La diferencia radica en estar dispuestos a entregarnos a Dios, ponerse en sus manos con convicción y con toda confianza de que él obrará por nosotros. Cada uno vive su fe de manera diferente, quizás por sus vivencias y experiencias que ha tenido a lo largo de su vida. Por tal motivo, Jesús responde: “Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: ‘Arráncate de aquí y plántate en el mar’, y les haría caso”.
La fe la podemos nutrir a través de la oración, seguir las enseñanzas de Jesús, transmitir el evangelio, acompañar, comprender y escuchar en medio de situaciones difíciles como una manera de ayudar a los demás.
Amado y bondadoso Dios, ayúdanos a seguir confiando en ti y creyendo en ti en medio de situaciones difíciles donde nuestra fe se pone en duda, se tambalea y tiende a querer rendirse. Danos fortaleza, discernimiento y valor para no dudar de que estás presente en medio nuestro, no solo en las alegrías sino también en las adversidades. Amén.
“Que no caiga la fe, que no caiga la esperanza” (Canto y Fe número 237).
Silvia Rapp