5º domingo después de Epifanía, 5° en el año

Simón le contesto: “Maestro, hemos estado trabajando toda la noche sin pescar nada; pero, ya que tú lo mandas, voy a echar las redes.”

Lucas 5,5

El texto que nos toca el día de hoy, tiene como eje central la confianza. Este relato habla de que Jesús pide que echen las redes al lago una vez más y Simón, a pesar de haber trabajado toda la noche sin obtener resultado, confía en las palabras de su maestro y vuelve arrojar las redes al agua.
Esa confianza y esa fe puesta en Jesús, más allá del entendimiento es lo que hace obrar el milagro y terminan recogiendo tantos peces, que debieron llamar a otra barca para que le ayudase y las dos quedaron repletas de pescados, a tal punto de que casi se hundieron.
En estos tiempos, muchas veces nuestros brazos y redes, están agotados de trabajar y esforzarse por salir adelante a encarar la vida día tras día. El dolor, la desesperanza y, los temores, embisten la barca de nuestras vidas, haciéndonos retroceder y dar por perdido nuestro trabajo.
Pero es esa confianza que viene del corazón sincero, que sabe esperar, que entiende que la vida de un cristiano no está lejos del dolor y las dificultades, pero en cambio, sí sabe que hay alguien superior, con un poder infinito, que nos ampara y nos invita a navegar con confianza, sabiendo que es nuestro Señor, quien dirige nuestra pesca, sin importar cuán fuerte sea la tormenta.
Que en este día, el Señor nos permita navegar esta vida confiados/as, sabiendo en que él tiene el timón y nos dirige al puerto seguro que nos espera.

Melisa Janet Hilman

Salmo 138; Isaías 6,1-8; 1 Corintios 15,1-11; Lucas 5,1-11
Agenda Evangélica: Salmo 107,1-2.23-32; Isaías 51,9-16; 2 Corintios; Marcos 4,35-41; Mateo 14,22-33 (P)

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