Salmo 66:1-9
1 Aclamad a Dios, toda la tierra;
2 cantad la gloria de su nombre;
dadle gloria a su alabanza.
3 Decid a Dios: «¡Cuán impresionantes son tus obras!
A causa de la grandeza de tu poder,
tus enemigos se someten a ti.
4 Toda la tierra te adorará,
y cantará a ti;
cantará a tu nombre.»
Selah
5 Venid y ved las obras de Dios,
temible en sus hechos hacia los hijos de los hombres.
6 Convirtió el mar en seco,
por el río pasaron a pie;
allí nos alegramos en él.
7 Él reina por los siglos;
sus ojos observan a las naciones;
los rebeldes no se ensoberbezcan.
Selah
8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
y haced oír la voz de su alabanza;
9 él es el que nos dio la vida,
y no permitió que nuestros pies resbalasen.

Isaías 66:10-14
10 Regocíjate con Jerusalén,
y alégraos con ella,
todos los que la amáis;
gozad con ella, todos los que os lamentáis por ella;
11 para que os alimentéis y os saciéis
con el consuelo de su seno,
y para que os deleitéis y os regocijéis
con la abundancia de su gloria.
12 Porque así dice Jehová:
He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río,
y la gloria de las naciones como un arroyo desbordante;
y seréis amamantados, seréis llevados en brazos,
y sobre las rodillas os acariciarán.
13 Como aquel a quien su madre consuela,
así os consolaré yo a vosotros,
y en Jerusalén seréis consolados.
14 Veréis, y se alegrará vuestro corazón,
y vuestros huesos florecerán como la hierba;
y la mano de Jehová será conocida de sus siervos,
y será indignado contra sus enemigos.

Gálatas 6:14-18
14 Pero lejos esté de mí gloriarme,
sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo,
por quien el mundo me es crucificado a mí,
y yo al mundo.
15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada,
ni la incircuncisión, sino una nueva creación.
16 Y a todos los que anden conforme a esta regla,
paz y misericordia sea sobre ellos,
y sobre el Israel de Dios.
17 De aquí en adelante ninguno me cause molestias,
porque yo llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
18 Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu.
Amén.

Lucas 10:1-11, 16-20
Envío de los setenta y dos
1 Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos,
delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
2 Y les decía:
—La mies a la verdad es mucha, pero los obreros son pocos;
rogad, pues, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies.
3 Id; he aquí os envío como corderos en medio de lobos.
4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni zapatos; y a ninguna casa saludéis.
5 En cualquier casa donde entréis,
decid primero: Paz sea a esta casa.
6 Y si hubiera allí algún hijo de paz,
vuestra paz reposará sobre él;
y si no, se volverá a vosotros.
7 Quedaos en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den,
porque el obrero es digno de su salario.
No os paséis de casa en casa.
8 Y en cualquier ciudad donde entréis, y os reciban,
comed lo que os pongan delante,
9 y sanad a los enfermos que en ella haya,
y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.
10 Pero en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban,
salid a sus calles, y decid:
11 Aun el polvo que se ha pegado a nuestros pies,
os lo sacudimos contra vosotros;
pero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado a vosotros.

Reprensión a las ciudades impenitentes
16 El que a vosotros oye, a mí me oye;
y el que a vosotros desecha, a mí me desecha;
y el que a mí me desecha, desecha al que me envió.
17 Y volvieron los setenta con gozo, diciendo:
—Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.
18 Y les dijo:
—Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
19 He aquí os doy potestad de hollar sobre serpientes y escorpiones,
y sobre toda fuerza del enemigo,
y nada os dañará.
20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan,
sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

Agenda Evangélica: Salmo 103,1-13; Miqueas 7,18-20; 1 Timoteo 1,12-17 (P); Lucas 15,1-3.11b-32