2° domingo de Adviento
Preparen el camino del Señor.
Mateo 3,3
En este segundo domingo de Adviento, seguimos preparándonos para vivir la Navidad con alegría y esperanza renovada. Justamente el mensaje de Juan el Bautista nos llama:
“¡Vuélvanse a Dios! ¡Preparen el camino del Señor!”.
Preparar las antorchas que Jesús enciende
en nuestras vidas con su paz y libertad,
comprender este mundo como Dios lo entiende,
preparando luces, hacemos Navidad.
¿No era que Dios venía a prepararnos el camino de la salvación? No, Jesús se presenta como el camino, la verdad y la vida. Pero es un camino que debemos recorrer nosotros y nosotras, con su fe y en su fe, con su gracia y en su gracia.
Ante ese mensaje conmocionante de Juan el Bautista, nadie podía quedar indiferente. Vivimos tiempos de indiferencia ante la injusticia, la prepotencia y el atropello de los más débiles. Vivimos tiempos de confusión. Como en los tiempos de Juan, los caminos están borrados, como si hubiera nevado o, peor aún, como si hubiera pasado un tsunami. Hay que preparar nuevos caminos de convivencia fraternal, justa y solidaria, en el horizonte del Reino de Dios, que es justicia, alegría y paz.
En estos tiempos de oscuridad, preparar nuestras vidas, nuestras comunidades, nuestros programas de servicio a la comunidad, es preparar las antorchas que Jesús enciende en nuestras vidas con su paz y libertad.
Y amar a nuestro mundo, como de tal manera lo amó Dios que estuvo dispuesto a dar a su Hijo para que tengamos vida eterna, verdadera y definitiva, es comprender este mundo como Dios lo entiende: preparando luces, hacemos Navidad.
Guido Bello