Salmo 72:1-7, 18-19
1 Oh Dios, da tus juicios al rey,
y tu justicia al hijo del rey.
2 El juzgará a tu pueblo con justicia,
y a tus afligidos con juicio.
3 Los montes traerán paz al pueblo,
y los collados justicia.
4 Juzgará a los afligidos del pueblo,
salvará a los hijos del menesteroso,
y humillará al opresor.
5 Te temerán mientras dure el sol,
y mientras dure la luna, de generación en generación.
6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada,
como los rayos que riegan la tierra.
7 En sus días florecerá la justicia,
y abundancia de paz, hasta que no haya luna.
18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
que solo él hace maravillas.
19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.

Isaías 11:1-10
1 Saldrá una vara del tronco de Isaí,
y un vástago retoñará de sus raíces.
2 Y reposará sobre él el Espíritu de Jehová,
Espíritu de sabiduría y de inteligencia,
Espíritu de consejo y de poder,
Espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.
3 Y le hará entender diligentemente en el temor de Jehová;
no juzgará según la vista de sus ojos,
ni reprenderá por lo que oigan sus oídos;
4 sino que juzgará con justicia a los pobres,
y reprenderá con equidad a los mansos de la tierra;
y herirá la tierra con la vara de su boca,
y con el espíritu de sus labios matará al impío.
5 Y será la justicia cinto de sus lomos,
y la fidelidad ceñidor de su cintura.
6 Morará el lobo con el cordero,
y el leopardo con el cabrito se acostará;
el ternero, el león y la bestia doméstica andarán juntos,
y un niño los pastoreará.
7 La vaca y la osa pasarán,
sus crías se echarán juntas,
y el león, como el buey, comerá paja.
8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid,
y el recién destetado extenderá su mano sobre la guarida del basilisco.
9 No harán mal ni dañarán en todo mi monte santo,
porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová,
como las aguas cubren el mar.
10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí,
la cual estará puesta por bandera a los pueblos,
será buscada por las naciones,
y su habitación será gloriosa.

Romanos 15:4-13
4 Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron,
a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.
5 Y el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús,
6 para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
7 Por tanto, acoged a los unos a los otros, como también Cristo nos acogió, para gloria de Dios.
8 Porque os digo que Cristo se hizo siervo de la circuncisión por la verdad de Dios,
para confirmar las promesas hechas a los padres,
9 y para que los gentiles glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:
Por eso te confesaré entre los gentiles,
y cantaré a tu nombre.
10 Y otra vez dice: Alegraos, gentiles, con su pueblo.
11 Y otra vez: Alabad al Señor todos los gentiles,
y magnificadlo todos los pueblos.
12 Y otra vez Isaías dice: Estará la raíz de Isaí,
y el que se levantará a regir las naciones;
en él esperarán los gentiles.
13 Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer,
para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.

Mateo 3:1-12
1 En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea,
2 y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
3 Este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino de Jehová,
haced derecho sus sendas.
4 Y él mismo tenía su ropa de pelo de camello, y un cinto de cuero alrededor de sus lomos;
y su comida era langostas y miel silvestre.
5 Entonces salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia alrededor del Jordán,
6 y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.
7 Pero viendo él que muchos de los fariseos y saduceos venían a su bautismo, les dijo: Raza de víboras,
¿quién os enseñó a huir de la ira venidera?
8 Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento;
9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre;
porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aún de estas piedras.
10 Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles;
por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado al fuego.
11 Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento;
pero el que viene tras de mí es más poderoso que yo,
cuyo calzado no soy digno de llevar;
él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
12 Su aventador está en su mano, y limpiará su era;
y recogerá su trigo en el granero,
y quemará la paja en un fuego que nunca se apaga.

Agenda Evangélica: Salmo 80,2.3b.5-6.15-16.19-20; Isaías 63,15-64,3; Santiago 5,7-8(9-11); Lucas 21,25-33 (P)