24° domingo después de Pentecostés, 32° en el año

Pues todos dan de lo que les sobra, pero ella en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir.

Marcos 12,44

Al leer el texto asignado para la reflexión de hoy, éste es el que más me ha resonado, y especialmente la frase: “ha dado todo lo que tenía para vivir”. Son muchas las preguntas que surgen.

En nuestras comunidades permanentemente hacemos colectas, ofrendas, diversas actividades para juntar fondos y, ¿qué damos? ¿Lo que nos sobra o todo lo que tenemos para vivir? ¡Qué fuerte es esta observación de Jesús a sus discípulos! Todo lo que tenemos para vivir: no piensa en el mañana. Entiendo que Jesús no está pidiendo que planifiquemos todo y cuán cierto es, estoy escribiendo esto en el medio de una pandemia – (marzo 2020) y un texto que se leerá en noviembre de 2021 esto marca que hay esperanza.

Si diéramos todo lo que tenemos para vivir, nuestra familia, nuestra comunidad, nuestro mundo, ¿no sería otro? Ese dar que nos muestra quien nada tiene (era viuda y pobre), nos enseña que podemos dar de muchas formas, y no sólo aquello que estamos acostumbrados a dar, sino aquello que es más difícil de cuantificar: dar amor, dar esperanza, dar nuestro tiempo y nuestro saber, dar alegría, dar paz, dar abrazos, dar gracias, y finalmente darnos a nosotros mismos, sin egoísmos, sin pensar que mañana no voy a tener. Darnos al otro, darnos con quien conozco y no conozco, recibirlo como un hermano, es dar.

Que Dios, nuestro Señor, nos dé la fe necesaria para poder dar todo, tal como lo que tenía para vivir aquella viuda. Amén.

Norma B. Hermann

Salmo 146; 1 Reyes 17,8-16; Hebreos 9,24-28; Marcos 12,38-44

Agenda Evangélica: Salmo 85,9-14; Miqueas 4,1-5(7b); Romanos 8,18-25; Lucas 17,20-24(25-30); Salmo 85 (P)

Compartir!

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on linkedin
LinkedIn
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email
Share on print
Print