Salmo 126
Cuando el Señor nos haga volver a Sión,
nos parecerá estar soñando.
2 Nuestra boca se llenará de risa;
nuestra lengua rebosará de alabanzas.
Entonces las naciones dirán:
«¡El Señor ha hecho grandes cosas por éstos!»
3 Sí, el Señor hará grandes cosas por nosotros,
y eso nos llenará de alegría.
4 Señor, ¡haz que volvamos de nuestra cautividad,
y que corramos libres como los arroyos del desierto!
5 ¡Haz que los que siembran con lágrimas
cosechen entre gritos de alegría!
6 ¡Que los que entre sollozos esparzan la semilla,
vuelvan alegres trayendo sus gavillas!
Malaquías 3,1-4
El Señor de los ejércitos ha dicho:
«He aquí, yo envío a mi mensajero, el cual me preparará el camino.»
El Señor, a quien ustedes buscan, vendrá de manera repentina, lo mismo que el ángel del pacto, en quien ustedes se complacen. Sí, ya viene. El Señor de los ejércitos lo ha dicho. 2 ¿Pero quién podrá resistir cuando él se presente? ¿Quién podrá mantenerse de pie cuando él se manifieste? Él es como un fuego purificador, como el jabón de lavanderos. 3 Se sentará para refinar y limpiar la plata, es decir, limpiará y refinará a los hijos de Leví como se refinan el oro y la plata, para que ellos le presenten al Señor las ofrendas justas. 4 Entonces las ofrendas de Judá y de Jerusalén volverán a ser gratas al Señor, como lo fueron en el pasado, en los años antiguos.
Filipenses 1, 3-11
3 Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. 4 En todas mis oraciones siempre ruego con gozo por todos ustedes, 5 por su comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora. 6 Estoy persuadido de que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. 7 Es justo que yo sienta esto por todos ustedes, porque los llevo en el corazón. Tanto en mis prisiones como en la defensa y confirmación del evangelio, todos ustedes participan conmigo de la gracia. 8 Porque Dios me es testigo de cuánto los amo a todos ustedes con el entrañable amor de Jesucristo. 9 Y esto le pido en oración: que el amor de ustedes abunde aún más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10 para que aprueben lo mejor, a fin de que sean sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, 11 llenos de los frutos de justicia que vienen por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Lucas 3, 1-6
Era el año decimoquinto del imperio de Tiberio César. Poncio Pilato era entonces gobernador de Judea, Herodes era tetrarca de Galilea, su hermano Felipe era tetraca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias era tetrarca de Abilinia. 2 Anás y Caifás eran sumos sacerdotes. En esos días Dios le habló a Juan hijo de Zacarías en el desierto. 3 Juan fue entonces por toda la región cercana al Jordán, y predicaba el bautismo de arrepentimiento para el perdón de pecados, 4 tal y como está escrito en el libro del profeta Isaías:
«Una voz clama en el desierto:
Preparen el camino del Señor
y enderecen sus sendas.
5 Todo valle será rellenado,
y todo monte y colina será nivelado.
Los caminos torcidos serán enderezados,
las sendas dispares serán allanadas,
6 y todos verán la salvación de Dios.»
Agenda Evangélica: Salmo 80,2.3b.5-6.15-16.19-20; Isaías 63,15 – 64,3; Santiago 5,7-8(9-11); Lucas 21,25-33; Isaías 35,3-10 (P)