Salmo 104:24-34
24 Cuán grandes son tus obras, oh Jehová,
todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus beneficios.
25 He aquí el mar grande y ancho,
en el cual se mueven seres innumerables,
seres pequeños y grandes.
26 Allí andan los barcos,
y el leviatán que formaste para que jugase en él.
27 Todos ellos esperan en ti,
para que les des su comida a su tiempo.
28 Les das, y recogen;
abres tu mano, y se sacian de bien.
29 Escondes tu rostro, y se turbían;
les quitas el aliento, y dejan de ser;
y vuelven al polvo.
30 Envías tu Espíritu, y son creados,
y renuevas la faz de la tierra.
31 Sea la gloria de Jehová para siempre;
alégrese Jehová en sus obras.
32 El mira a la tierra, y ella tiembla;
toca los montes, y humean.
33 A Jehová cantaré en mi vida;
a mi Dios cantaré salmos mientras viva.
34 Que mi meditación sea agradable a él;
yo me alegraré en Jehová.

Hechos 2:1-11
El día de Pentecostés
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2 Y de repente vino del cielo un estruendo, como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados.
3 Y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.
6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud, y estaban confusos, porque cada uno los oía hablar en su propia lengua.
7 Y todos se asombraban y se maravillaban, diciendo:
—¿Mirad, no son galileos todos estos que hablan?
8 ¿Cómo, pues, les oímos cada uno hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?
9 Partos, medos y elamitas, los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Cappadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Libia cerca de Cirene, y romanos aquí residentes,
11 tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.

Romanos 8:14-17
La obra del Espíritu Santo en los creyentes
14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.
17 Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.

Juan 14:8-17, 25-27
La solicitud de Felipe y la promesa del Espíritu Santo
8 Felipe le dijo:
—Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
9 Jesús le dijo:
—¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?
10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará; y aún mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre.
13 Y todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14 Si algo pidieres en mi nombre, yo lo haré.
15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre,
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros y estará en vosotros.

25 Estas cosas os he hablado, estando con vosotros;
26 pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho.
27 La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Agenda Evangélica: Salmo 118, 24-29; Génesis 11,1-9; Hechos. 2,1-21; Juan 14,15-19(20-23a)23b-27 (P)