El 27 de octubre, la parroquia Centro de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) fue sede del culto en conmemoración de los 507 años de la Reforma Protestante, con la asistencia de más de 100 personas de diferentes comunidades del Distrito Metropolitano. Este encuentro permitió celebrar en comunidad una fecha tan significativa en la historia de la fe protestante.
La música fue un aspecto central de la celebración, con la participación de Ricardo Fantini en el órgano, Nely Dorsch en el piano, la violinista Julieta Monzón de ASE San Fernando, guitarras y el coro de Taizé, Alejandro Spies y Daniela Prado entonando el salmo, además del coro de bronce de Temperley. La diversidad de interpretaciones musicales enriqueció el culto, conectando a la congregación en un ambiente de espiritualidad propia de la Reforma.
El culto fue coordinado por el pastor Javier Gross, quien también tuvo a su cargo la predicación basada en el pasaje de Gálatas 5,1-6. En su mensaje, Gross profundizó en el concepto de la gracia, central en el pensamiento de Pablo y fundamental en la Reforma. Reflexionó sobre cómo la gracia permite la inclusión y advirtió sobre el peligro de retornar a la salvación por obras, un conflicto que el apóstol Pablo abordó con firmeza en su carta a los Gálatas. “El conflicto que vemos en la carta a los Gálatas hace enojar a Pablo porque quieren volver otra vez a la salvación por las obras, olvidando todo lo que aprendieron y sin valorar el sacrificio de Jesús”, explicó el pastor, señalando cómo la comunidad estaba “dejando de lado el verdadero significado de la muerte y resurrección de Cristo, que nos dio la salvación”.
Gross también señaló la relevancia de vivir la gracia en el presente, cuestionando las prácticas que condicionan la bendición a las ofrendas, una tendencia que consideró como un resurgimiento de las indulgencias en algunas iglesias. Enfatizó la necesidad de extender la gracia a quienes más la necesitan y criticó la doble moral que, muchas veces, pide “la gracia para nosotros, pero la ley para los demás”. Ejemplificó esto diciendo: “Para mí, la universidad gratuita, pero para otros que la paguen; los migrantes de antes eran buenos, pero los de ahora no”.
La predicación instó a preguntarse quiénes, hoy en día, requieren de la gracia de Dios y cómo las iglesias pueden ser verdaderas comunidades de gracia. Inspirado por el teólogo Dietrich Bonhoeffer, Gross recordó la importancia de una «el precio de la gracia» que genere conciencia y no minimice el sacrificio de Jesús. “La gracia siempre es para vivirla hacia afuera”, enfatizó, invitando a la congregación a reflexionar sobre las 95 tesis de Lutero, que fueron “una proclamación pública de la gracia” y un llamado a vivirla de manera comprometida.
El evento también contó con la participación de pastores y pastoras del distrito: Sabino Ayala, Paula Fogel, Cristina La Motte, Sergio López y Pablo Münter, además de la estudiante de teología Mirta Wagner, quien realiza su práctica en Baradero. Este culto se consolidó como un espacio de unidad y reafirmación de la Reforma, invitando a los asistentes a reflexionar sobre la gracia y la comunidad en el contexto actual.