Estudio bíblico: «una brevísima introducción a la parábola de los talentos»

Una brevísima introducción a la Parábola de los Talentos

Estudio Bíblico

Autor:  Dr. Sergio A. Schmidt Pastor

Mateo 25,14-30

Aquí les presentamos un brevísimo estudio bíblico que fue realizado en la congregación de Viale. Recomendamos leer todos los pasajes bíblicos citados, a fin de poder entender mejor lo aquí expuesto.

¿Cuál es el contexto de esta parábola?

El Evangelio de Mateo presenta a Jesús como el nuevo Moisés. Es por ello que Jesús en este evangelio  despliega  sus «cinco libros» tal como se le atribuyen a Moisés los primeros cinco libros del AT. Estos cinco libros jesuanos son cinco discursos, a saber:

  • Primer discurso, Mateo 5:1-7-29, Discurso en el Monte.
  • Segundo discurso, Mateo 10:1-11:1, Discurso sobre la misión.
  • Tercer discurso, Mateo 13:1-58, Discurso parabólico.
  • Cuarto discurso, Mateo 18:1-19:1, Discurso acerca del discipulado.
  • Quinto discurso, Mateo 24:1-26:5, Discurso Escatológico (= últimos tiempos).

Vemos que la parábola de los talentos está insertada en el último discurso que realizó Jesús. El lugar de este discurso es el templo de Jerusalén (Mt 24,1) y, acorde a la cronología mateana, este discurso tuvo lugar en Semana Santa, entre el Domingo de Ramos y el Jueves Santo. En este contexto, la parábola de los talentos está insertada junto a otras parábolas, a saber:

  • Mt 24,45-51: Parábola de los siervos fieles e infieles.
  • Mt 25,1-13: Parábola de las diez vírgenes.
  • Mt 25,14-30: Parábola de los talentos.
  • Mt 25,31-46: Parábola del juicio a las naciones.

¿Qué tienen en común estas parábolas?

Lo que tienen en común es la centralidad que tiene el Juicio de Dios y, ligado con ello, el regreso del Señor. Por este motivo, el discurso escatológico del Mt, el quinto discurso, concluye -¡nada menos!- con la Parábola del Juicio a las naciones de Mt 25,1-46. 

Este contexto que presentan las cuatro parábolas de Mt 24,45-25,46, tienen su correlato en la pericopa que sigue, Mt  26,1-28,20, en la cual se relata la muerte y la resurrección de Jesús. En otras palabras, en Mt 24,35-25,46 se refieren a la parusía, es decir, el regreso del Señor y, en Mt 26,1-28,20, se relata la partida de éste Señor.

El Evangelio de Mateo fue escrito en la segunda parte del Siglo I, dónde, unos de los problemas más acuciantes era el porqué del retraso de la parusía. El Mt era consciente de este retraso. Por ese motivo en el v.19 se habla que el  regreso del Señor es luego de mucho tiempo. El Mt quiere alentar a sus lectores que la  promesa de Jesús no se demorará eternamente. Jesús ciertamente volverá tal como lo prometió. Este es el contexto en el que tenemos que interpretar a esta hermosa parábola.

 Analizando la parábola de los talentos

Versículos 14-15: El Señor se va lejos y le confía a sus siervos sus bienes, conforme a la capacidad de cada uno. Al primero le confía 5 talentos; al segundo, 2; y al tercero, 1. Un talento representaba, aproximadamente, 6000 denarios. Un denario era el dinero que ganaba un trabajador en un día de trabajo. En otras palabras: 1 talento representaba, aproximadamente, el dinero ganado por un trabajador en 15 o 20 años de trabajo continuo.  

Versículos 16-18: Los primeros dos siervos «salieron inmediatamente» a invertir el dinero confiado y tienen una ganancia del 100 %. Se los describe con verbos que implican progresión.  En griego, la misma palabra que se utiliza aquí como GANAR en los vs. 20 y 22 es la misma se utiliza en Mt 18,15 cuando se habla de ganar al hermano. Lo mismo sucede en 1° Corintios 9,16-21.

Por el contrario, al tercer siervo se lo describe con verbos que implican pasividad: sólo se afirma que «se fue» y «enterró«. Simplemente entierra su talento en un lugar secreto. Según la ley rabínica cuando uno enterraba una suma de dinero en un lugar oculto dejaba de ser responsable por el destino o la pérdida de tal suma.  

 Versículos 19-23: Al final el Señor regresa. Es por ello que en la parábola el Señor alaba a los dos primeros siervos y, por su buen accionar, les da a cada uno una responsabilidad aún mayor. Finalmente el Señor los recompensa. Fue la confianza en su Señor lo que guió el buen accionar de los primeros dos siervos.

Versículos 24-28: Aquí escuchamos la justificación del siervo por su inoperancia, dejando en claro que entiende perfectamente su fracaso. Es sumamente interesante que:

  • Primero, el siervo es injusto al juzgar a su Señor: Éste al recompensar a los dos primeros siervos va mucho más allá de ser meramente justo, actúa con generosidad.
  • Segundo, este siervo, a pesar de todo, tiene razón al pensar que este Señor también puede llegar a realizar un juicio muy duro.

Versículos 29-30: Aquí tenemos la conclusión de la parábola: «Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado».  Este siervo es arrojado «en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes». La justificación que da el tercer siervo no le sirve, tal como pretendió, salvarle del castigo de su Señor. Fue el miedo lo que hizo que el tercer siervo sólo se preocupe por su seguridad y decida no arriesgarse. 

Finalmente, ¿a qué apunta esta parábola?

Existen, principalmente tres interpretaciones que son inexactas: la primera, es entender esta parábola como una referencia a la mayordomía de la iglesia; la segunda, es pensar que esta parábola nos exhorta a usar nuestros dones y talentos humanos. La tercera, ve en los talentos nada específico sino que meramente se nos exhorta, en general, a ser buenos administradores. 

Para el fin de interpretar correctamente esta parábola es de suma  importancia recalcar que el v. 25,29; conclusión de la parábola, tiene un paralelo sorprendente en Mt 13,10-12:   «Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?  El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado. Porque a cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo  que tiene le será quitado.»

En vista de todo lo aquí expuesto, podemos afirmar que el mensaje de ésta parábola podría ser definido así: Dios nos ha confiado un don verdaderamente grande y maravilloso, un tesoro muy valioso: «EL CONOCIMIENTO DE LOS SECRETOS DEL REINO DE LOS CIELOS». Como cristianos somos desafiados a no guardarnos para nosotros mismos este secreto. ¡Tenemos que compartirlo! ¡Tenemos que hacer fructificar el mensaje del evangelio de Jesucristo! Y el Mt pone en manos de sus lectores este tesoro tan grande, tan precioso y tan caro. Ahora es la responsabilidad del lector del Mt actuar con entusiasmo y responsabilidad.  

A modo de conclusión, podemos hacer notar que esta interpretación arriba descripta encuentra un soporte muy grande en 1° Corintios 4,1-5:

«Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que  cada uno sea hallado fiel.  Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por  tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga  es el Señor.  Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las  intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.»

 

Para seguir meditando:

1°) ¿Qué son para nosotros hoy «el conocimiento de los secretos del Reino de los Cielos»? 

2°) ¿Por qué se habla de los secretos del reino? ¿Todavía hoy lo siguen siendo? ¿Por qué?

3°) ¿Tenemos entusiasmo de compartir el Evangelio de Jesucristo?  

4°) ¿La Iglesia en su predicación,  todavía entusiasma? ¿Por qué? 

5°) ¿Tenemos actitudes como el tercer siervo? ¿Cuáles?  ¿Por qué? 

6°) ¿Cómo debería ser la misión de la Iglesia acorde a esta parábola? 

7°) ¿Se predica cada vez menos sobre la segunda venida de Jesucristo? ¿Por qué?  

8°) ¿Cómo interpretar hoy el juicio y castigo divinos? ¿Es correcto el tratar de relativizarlos? ¿Por qué? 

 9°) ¿Cómo entendemos hoy al Reino de los Cielos? 

 10°) ¿Buscamos primeramente al Reino de Dios y su justicia? ¿Cómo es esta justicia divina? ¿Coincide -o no- con nuestra justicia? ¿Sí o no? ¿Por qué? 

 

Bibliografía Utilizada:

*Barclay W 1973. Mateo II. El Nuevo Testamento Comentado, Vol II. Buenos Aires: Ediciones La Aurora.

 *Chenoweth, Ben 2005. Identifying the talents: contextual clues for the interpretation of the parable of the talents (Matthew 25:14-30). Tyndale Bulletin 56:61-72. 

 *Dodd HC 1974. Las parábolas del Reino. Madrid: Ediciones Cristiandad.

 *Jeremías J 1974. Las parábolas de Jesús. ( 3° ed). Estella/Navarra: Ediciones Verbo Divino.

 *Johnson, SE. and Buttrick, GA 1951. The Interpreter’s Bible, Vol. 7. Nashville: Abingdon

Dr. Sergio A. Schmidt

Pastor

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