Bendito el hombre que confía en el Señor, y cuya confianza es el Señor. Será como un árbol plantado junto a las aguas y que extiende sus raíces a la corriente. No temerá cuando venga el calor, sino que sus hojas estarán verdes. En el año de sequía no se inquietará ni dejará de dar fruto.
Jeremías 17,7-8
Deseo que tengas un hermoso momento mientras decides compartir esta lectura apartada para el día de hoy. Hoy nos encontramos frente a un texto del profeta Jeremías, quien fue llamado a servir al Señor durante el reinado de Josías, en tiempos de reformas frente a la idolatría del pueblo de Israel. Es en ese contexto histórico que desarrolla su mensaje.
El texto para hoy nos invita a reflexionar sobre aquellos que tienen fe en Dios y confían plenamente en él. Se les compara con un árbol plantado a la orilla de un río, que no carece de agua ni de nada necesario para tener vida y salud. Así serán aquellos que confían y ponen su esperanza en Dios.
Quisiera invitarte a que, al igual que el árbol que pone sus raíces cerca de la corriente de agua para alimentarse, tú puedas hacer lo mismo en tu comunidad de fe que confía en el Señor. Que sea ella quien te brinde compañía para crecer, ser, sentirte contenido, fortalecido y ser parte. Porque una comunidad que confía en el Señor y deposita su fe en él, ayuda a dar buenos frutos. Que tengas un hermoso tiempo.
Narciso Weiss
