A partir de ese día el Espíritu del Señor, estuvo sobre David.

1 Samuel 16: 13

Samuel ve a los demás hijos de Jesé, pero ninguno le convence, hasta que le presentan a David y Dios le dice ese es, conságralo como rey.
David fue el elegido por Dios y desde ahí su Espíritu estuvo sobre él.
Qué hermoso es saber qué el Espíritu de Dios está sobre nosotros, acompañándonos siempre, sí así se lo permitimos; nos infunde ánimo y aliento, nos moviliza y nos llena de alegría, esperanza y optimismo, es nuestra fortaleza en las dificultades, un bálsamo de paz y cuan bueno es que podamos sentir su presencia cada día, saber que no estamos solos, dejarnos guiar por el Espíritu de Dios mismo, para que puedan manifestarse en nosotros la bondad, paciencia, amabilidad, mansedumbre, dominio propio, gozo, fe, templanza y amor.
Espíritu de Dios, habita nuestro ser, que tu suave brisa nos envuelva y nos guíe transformando nuestras vidas, nos bendiga y nos llene de amor para dar lo mejor de nosotros mismos, que así sea, Amén.
“Espíritu de Dios llena mi vida, espíritu de Dios llena mi ser, espíritu de Dios nunca me dejes, yo quiero más y más de tu poder.” (Canto y Fe Nº 76)

Iris Bender

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