En cuanto a ti, Belén Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti saldrá un gobernante de Israel que desciende de una antigua familia.
Miqueas 5,1
El profeta Miqueas nos relata lo que tendrá que pasar Jerusalén, el destierro, pero eso sí, de allí la librará el Señor. En este texto podemos ver los sufrimientos, tormentos y dolores que pasará el pueblo en el destierro. Pero el Señor los reunirá nuevamente y los librará.
Vemos la profecía que más tarde se cumplirá, el nacimiento de un Rey, en el lugar más pobre, Belén. Un rey que viene de lo alto para hacerse hombre en lo más pobre y pequeño. Viene a ser humillado, maltratado, pero también amado y respetado. Tratado de loco, él y sus seguidores, algunos de los cuales sufrirán la misma suerte que él.
Bendecido por algunos y maldecido por otros.
Ese es el camino del cristiano, la alegría y la tristeza, el dolor y el gozo. Caminar juntos hacia la nueva Jerusalén y sin dejar atrás a ningún hermano. Porque sabemos que Jesús murió por nosotros, ya nos salvó.
¿Te animas a caminar, en comunidad, a la nueva Jerusalén?
Alberto Olivero Ham