Aprovechen bien este momento decisivo, porque los días son malos.
Efesios 5,16
La Palabra de Dios nos invita a ponernos de cara a la vida y hacer una pausa reflexiva, quizás una tarea pendiente en medio del ritmo cotidiano: parar, pensar y volver a tomar la marcha, pero ahora de una forma diferente. Porque me lleva a preguntarme: ¿qué significa para usted aprovechar bien este momento de su vida y de los demás?, más precisamente: “momento decisivo”. Seguramente, la forma de entender el “aprovechar bien”, para cada uno tiene un matiz especial, diferente.
Sin duda que en el tiempo de las primeras comunidades de fe, y también ahora, por sobre todas las cosas, es un llamado a vivir una vida responsable. Desde allí hay tanto para profundizar, crecer, corregir, aportar desde cada uno/a. El autor describe al tiempo actual como días malos, teniendo en cuenta ese punto de partida, me parece muy enriquecedor desde la fe pensar cómo podemos hacer un buen uso de nuestro tiempo, de cada momento y cada día. El tiempo que ya pasó no lo podemos cambiar, ni recuperar. Pero sí tenemos una gran responsabilidad para este día. Entonces le propongo como también sigue orientando en los versículos siguientes el apóstol, disponernos a utilizar de la mejor manera posible este, y cada día. En lo que consumimos, con qué llenamos, nutrimos, alimentamos nuestros pensamientos, sentimientos y cuerpo. Que el Espíritu del Dios de la vida plena habite en nosotros/as y desde allí se pueda expresar en nuestras acciones. Tengo la plena certeza, que cada vez que nos volvemos a Dios aprovechamos de este tiempo, entonces junto a Él, que pueda ser, en medio de los días malos, un tiempo bendecido, justamente porque Él nos habita.
Marisa Andrea Hunzicker
Efesios 5,15-20
