Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Hechos 13,13
En las primeras comunidades cristianas podemos observar una total dependencia de Dios. Nuestro texto nos habla del envío de Bernabé y Pablo a la misión de predicar el evangelio de Jesucristo, de contar a las personas todo lo que habían visto y oído. Es interesante observar que antes del envío ayunaban y oraban para que Dios les mostrara el camino.
En nuestros días estamos viviendo una vida acelerada, en donde las demandas del día a día parece que no nos permiten hacer un alto y preguntarnos: lo que estoy haciendo ¿es lo que Dios quiere de mí?
Hoy Dios también quiere que confiemos a él nuestra vida, nuestras decisiones, nuestras dificultades. Tenemos que acercarnos a él mediante la oración, una poderosa herramienta que nos acerca al Creador, nos acerca a Jesús y nos ayuda a comprender que a pesar de nuestra vida agitada, debemos dar el espacio en nuestro día a día para que conozcamos a Dios y El a nosotros y para que podamos descubrir lo que El quiere de nosotros.
Que Dios nos ayude para que cada día tengamos un momento de oración y de entrega de todo lo que nos preocupa, que podamos percibir el camino a seguir y de esa manera vivir una vida agradable al Señor en la confianza de que nos dará su paz. Amén.
Nancy Schreiner de Heil
Hechos 13,1-12