Sus hechos fueron malos a los ojos del Señor su Dios.
2 Crónicas 36,5
El párrafo bíblico de hoy es una triste lista: cuatro gobiernos durante once años y medio. Pero los que mandan primero son los egipcios en el suroeste, luego los babilonios en el este. El país que había estado a salvo durante treinta y un años bajo el piadoso Josías está a merced de ambas potencias por la mala decisión de Josías que le trajo la muerte. Tres de los reyes que le siguen son depuestos por las grandes potencias extranjeras, dos son deportados a Babilonia. Lo que ocurre con el cuarto no lo sabemos hoy. Además, los más valiosos utensilios sagrados son robados de la casa de Dios para llenar las arcas del rey Nabucodonosor. En este párrafo bíblico no encontramos una buena perspectiva de futuro. Pero sí una razón para la miseria. Primero fue la prepotencia de Josías (ver el párrafo de ayer). De su hijo y sucesor Joaquim se dice ahora que hizo lo que era desagradable a los ojos del Señor.
Lo que hacemos puede tener consecuencias de largo alcance y seguir determinando la vida de las generaciones futuras. Lo experimentamos en la relación entre abuelos, padres e hijos. Lo sentimos en la política. Lo notamos por el cambio climático.
Qué bueno es que la Biblia no sólo nos recuerde esta verdad. También nos habla de las chances del volver a Dios, de su misericordia y la reconciliación en Jesucristo.
Por eso ¡Aprovechemos nuestra chance!
¡Anunciaremos tu reino, Señor, tu reino!
Reino de paz y justicia reino de vida y verdad, tu reino, Señor, tu reino.
¡Anunciaremos tu reino, Señor, tu reino!
Reino de amor y de gracia, reino que habita en nosotros, tu reino, Señor, tu reino.
(Canto y Fe N° 328)
Kirsten Potz
2 Crónicas 36,1-10