Yo, el Señor, te llamé y te tomé por la mano, para que seas instrumento de salvación…
Isaías 42,6

Nuestro versículo de hoy forma parte de las palabras proféticas de Isaías en la primera canción sobre el elegido, sobre el que es llamado para cumplir la misión de Dios en el mundo. Jesús, sostenido por la mano de Dios, debe anunciar las buenas nuevas y acercar el Reino de Dios a las personas. Esta profecía de Isaías se cumple en Jesús y también en nosotros y nosotras hoy, para dar seguimiento a la misión de Jesús en el mundo.
Dios nos llama y nos sostiene. Vivimos tiempos complejos y llenos de incertidumbre, y es por eso que se nos hace difícil ser mensajeros y mensajeras de la buena nueva de salvación en Jesús. Estamos en medio de una sociedad de consumo y de mucha violencia, donde lo que importa son los méritos, los éxitos, el tener poder, dinero y status. En este contexto, somos llamados y llamadas por Dios para proclamar su gracia y amor, ya que nuestra salvación es por gracia y fe.
Que las palabras de la profecía de Isaías puedan ayudarnos a confiar en que no estamos solos y solas en la misión que Dios nos ha encomendado. Que en este nuevo año, la mano de Dios sostenga nuestras vidas y nuestro caminar.

Izani Bruch
Isaías 42, 6 – 9

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