La sentencia contra ustedes brotó como la luz.
Oseas 6,5

En este pasaje bíblico Dios pregunta a su pueblo cómo debe tratarlos, ya que le prometen fidelidad, pero esta se desvanece con bastante ligereza; aunque pedimos y sabemos que el amor de nuestro Dios para con nosotros es incondicional y no tiene límites.
Si nosotros en el tiempo que nos toca vivir tuviéramos en cuenta esta enseñanza, seguramente viviríamos más confiados en nuestro Dios. Sabemos que muchas veces nuestra fidelidad es efímera como la de los hermanos que nos precedieron en aquellos tiempos, si claro somos pecadores y las tentaciones son muchas, pero el tema es reflexionar, arrepentirse y siempre confiar en Dios cuyo amor es infinito.
Nuevamente volvemos a que la mejor ofrenda a nuestro Dios es el compromiso sincero con él, que se manifiesta en el compromiso con el hermano.

Juan Carlos Waicheim

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