En este día pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ustedes de que les he dado a elegir entre la vida y la muerte, y entre la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida, para que vivan ustedes y sus descendientes.
Deuteronomio 30,19

Dios nos ha regalado la libertad de elegir, nos ha dotado de inteligencia para poder reflexionar qué camino elegir. Ahora, ¡qué difícil nos resulta muchas veces tomar una decisión que afectará nuestra vida futura y la de las personas que nos rodean! El pueblo de Israel ya estaba listo para entrar en la Tierra Prometida, y Dios les promete una nueva vida. A cambio ellos debían elegir, debían tomar una decisión. En cada una de nuestras decisiones necesitamos salir de nuestra pretensión de autosuficiencia y pedir humildemente sabiduría y consejos a nuestro Padre a fin de que Él obre en nuestra vida e ilumine nuestro pensamiento.
Dios ofrece una vida de bendición para todos y todas aquellas que le obedecen. Elegir a Dios como centro de nuestras vidas, es la mejor decisión que podemos tomar. Él nos dará caminos de bendición. Tengamos pues la seguridad que viviremos muy felices por esta decisión.
Ya antes de crear al mundo, Dios preparó un camino de bendición para todas las personas; lo que establece Dios es eterno. Es nuestra la decisión de tomar este camino de bendición donde Dios se manifiesta cada día o seguir empobrecidos en nuestra pretensión de autosuficiencia.
Dios nos dé sabiduría para el camino. Amén.

Alicia Wagner
Deuteronomio 30,17-20

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