La Congregación de Viale celebró sus 100 años de testimonio y servicio

Con un emotivo culto de acción de gracias, la Congregación Evangélica Alemana de Viale celebró el pasado fin de semana sus 100 años de vida, fe y compromiso en la región. La celebración reunió a miembros de la comunidad, pastores y pastoras que a lo largo de los años formaron parte de su historia, así como a representantes de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP).

 

El culto fue coordinado por la vicaria Alicia Wagner, el vicario Javier Schenhals y el pastor Juan Carlos Wagner, quienes actualmente acompañan el ministerio en la congregación. Además, participaron cerca de diez pastores y pastoras invitados, muchos de ellos con vínculos históricos con la congregación o provenientes del distrito.

 

 

En un gesto cargado de simbolismo, durante la celebración cada grupo de trabajo y comunidad de la congregación fue invitado a encender una vela, recordando que la luz de Cristo ha iluminado y guiado a esta iglesia a lo largo de un siglo.

 

La vicepresidenta de la IERP, Iris Andrea Reckziegel Becker, acompañó en representación de la Junta Directiva, mientras que el pastor presidente, Leonardo Schindler, envió un mensaje en video, saludando y felicitando a la comunidad por su centenario.

 

 

La predicación estuvo a cargo del pastor distrital de Entre Ríos, Fabián Pagel, quien sirvió durante 16 años en la parroquia Bovril, a la que pertenece la congregación de Viale. En su mensaje, inspirado en el Salmo 126, Pagel recordó que la historia de la congregación es un testimonio de fidelidad, lucha y alegría, y alentó a la comunidad a seguir sembrando con esperanza, convencidos de que “Dios ha hecho cosas maravillosas” y que “lo mejor aún está por venir”.

 

Al finalizar el culto, se descubrieron dos placas en homenaje a dos mujeres que dejaron una profunda huella en la congregación: la Sala de Catequesis Adela, en memoria de la catequista Adela Ross, y la Sala Ortopédico Doña Celia, en reconocimiento al compromiso diacónico de Celia Dalinger de Lauck.

 

 

La celebración continuó con un almuerzo comunitario, donde más de 300 personas compartieron asado con cuero, cerdo, chorizos caseros, ensaladas y tortas, en un clima de fraternidad y alegría. Además, se realizaron sorteos y se entregaron obsequios a los presentes, sellando así una jornada de gratitud y esperanza para el futuro de la congregación.

 

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