BUENOS AIRES / Argentina | IERPcomunica – Con el tema «Justicia y paz», este viernes 28 de junio de 2019 se realizó un panel con propuestas en torno a la participación de los evangélicos en realidad política argentina. El encuentro fue convocado por la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE), contó con el apoyo de la Pastoral Social Evangélica y tuvo la participación del Premio Nóbel de la Paz Adolfo Perez Esquivel, que realizó un análisis de la realidad continental y presentó propuestas para el diálogo y la unidad.
En su análisis el Premio Nóbel Perez Esquivel se mostró sumamente preocupado por el avance de lo que se está denominando «Lawfare», que el propio Esquivel llamó «Plan Cóndor 2», a través del cual «los Estados Unidos acusa a los gobiernos y dirigentes latinoamericanos de corruptos, para así imponer políticas y dirigentes que respondan a sus intereses imperialistas», analizó. En ese mismo sentido, señaló que el «lawfare» es una herramienta que se sirve de campañas mediáticas y judiciales financiadas, que tienen como único fin desprestigiar a líderes del continente ligados al campo popular.
Al profundizar sobre las consecuencias del manejo y la manipulación mediática, utilizó una imagen de la agricultura: «lo peor que hay es el monocultivo de las mentes, porque tienen como tóxico la propaganda que condiciona a las personas», dijo. Al analizar el rol de los evangélicos y luego de que el panel mencionara el acompañamiento de muchas iglesias evangélicas a políticas conservadoras y de negación de derechos, citando como ejemplo a Brasil, donde favoreció el acceso de Bolsonaro al gobierno, el Nóbel fue contundente: «Hay que general consciencia crítica y no dejarse iluminar por los grande medios… cada uno de su posición debe asumir su responsabilidad por las opciones que asume como cristiano y como cristiana».
Al finalizar, Perez Esquivel compartió el documento «Propuestas para el diálogo para la unidad en la diversidad», que junto a Nora Cortiñas están presentando en diferentes espacios sociales y políticos por lo que consideran es un «desafío recuperar la República, hoy profundamente dañada en sus instituciones como el Poder Judicial y otros organismos del Estado Nacional y provinciales».