GUALEGUAYCHÚ / Argentina | IERPcomunica – La Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) se sumó una vez más a la 19° Marcha al Puente en Gualeguaychú, Entre Ríos, el pasado domingo 30 de abril. La congregación local participó a través de miembros laicos y la diácona Luise Zupke. Al inicio de la caravana realizaron una oración ecuménica en la que se destacó un momento de mucha espiritualidad que se vivió cuando todos los presentes se tomaron de la mano para orar el Padrenuestro.

La diácona Louise Zupke comparte un momento de oración.

La Marcha al Puente, que desde hace 19 años se realiza para reclamar agua y aire limpios y oponerse a la instalación de papeleras en la zona, se convirtió este año en una caravana de autos. La Asamblea Ambiental de Arroyo Verde organizó la manifestación para visibilizar su lucha por el cuidado del medio ambiente y la importancia de esta cuestión para la ciudadanía.

En su historia de 20 años, la Asamblea Ambiental ha logrado importantes avances en la defensa del ambiente en la provincia y el país. Un reflejo de esto es que al Municipio de Gualeguaychú decretó la prohibición del uso de glisofato, así como la inclusión de la enseñanza del cuidado del medio ambiente en la currícula escolar provincial.

La sociedad sigue alzando su voz por el cuidado del Río Uruguay.

La participación de la IERP en la Marcha al Puente demuestra una vez más el compromiso de la iglesia en la defensa del ambiente y la solidaridad con las luchas sociales. A pesar de la reducción en la cantidad de participantes en comparación a años anteriores, el mensaje de la Asamblea Ambiental sigue vigente y encuentra en la comunidad evangélica un aliado importante.

 

Oración compartida por la diácona Luise Zupke:

Dios, te queremos agradecer que somos parte de tu maravilla creación. Lamentablemente a menudo no la apreciamos suficientemente. Nos has preparado todo lo que necesitamos para sobrevivir. Por eso te damos las gracias por este día en el que la gente se reúne para luchar sin cesar por proteger tu creación y mantenerla en pie para nosotros y nosotras.

Gracias por la perseverancia de los y las activistas y organizadores de los comunes que siguen luchando para que no se contamine el agua del Río Uruguay. Gracias por reunir a las personas que se preocupan por proteger nuestra naturaleza y trabajar juntas para cambiar las cosas.

Te pedimos, Dios, que nos das esperanza para seguir perseverando. Ayúdanos a cuidar y valorar el agua, no solamente en el contexto de esta marcha, pero también en nuestra vida cotidiana. Muéstranos como podemos ahorrar el agua y como podemos trabajar para mantener limpia el agua de nuestros alrededores y de los océanos del mundo.

Danos un corazón abierto para aprender cosas nuevas, apóyanos para ponerlas en práctica y acompáñanos en la paciencia con nosotros y nosotras mismos y mismas en este proceso de aprendizaje.

Dios, es un honor formar parte de tu creación. Tu has creado el agua y a nosotros y nosotras nos regalaste la vida. Hoy luchamos para estas dos cosas. Porque “sin agua no hay vida”.

Amen.